Hemos hablado mucho de la obesidad. Estamos todos los días escuchando noticias acerca del problema real que causa en la persona que lo padece, acerca de cómo podemos combatirla, cuales son las mejores formas, si debemos actuar y practicar más deporte, comer menos o más equilibrado, tratamientos farmacológicos…todo este tipo de medidas que afectan directamente en la persona que lo necesita, pero ¿Qué pasaría si se legitimara algo común para toda la sociedad? y con esto me refiero a un Impuesto a la Obesidad.

Se está hablando de imponer impuestos extra a bebidas azucaradas y comida basura, de incrementar su precio para con esto reducir su consumo y por lo tanto tratar de reducir los niveles de obesidad. Como ya sabemos una de las mayores causas del sobrepeso es el consumo de una dieta súper calórica y desequilibrada y la poca práctica de ejercicio físico. Lo que ha sido demostrado por investigadores de la Universidad de Oxford y de la City University de Londres. estos  aseguran que este tipo de impuestos alimenticios son eficaces para mejorar la salud de la población mundial. De hecho,  se dice que subiendo un 20 por ciento el impuesto de estos alimentos se podría reducir la prevalencia mundial de una amplia variedad de enfermedades, como las cardiovasculares, cerebro-vasculares, y problemas en los dientes. (BMJ)

Atendiendo a esta conclusión, Dinamarca ha sido el primer país en implementar esta medida, y que es conocida como «impuestos a las grasas» con el objetivo de aumentar la esperanza de vida por encima de los 79 años de edad. Por lo que alimentos como mantequilla, leche, pizza, carne, aceite y comida industrial se verán afectados por ella. También Hungría cuenta con un «impuesto a la hamburguesa» el cual afecta a bebidas azucaradas, pastries (empanadillas, muy típicas en estos países),  snacks salados y aditivos para darle más sabor a la comida; o Francia, que lo aplica a las bebidas azucaradas.

Este mismo tipo de medidas también quieren ser llevadas a cabo en países como Perú, Irlanda o Estados Unidos.

Sin embargo este tipo de intervenciones deben ir acompañadas de otras compensatorias. Es decir, normalmente la comida basura es la más barata, por lo que más gente puede acceder a ella. Es de sentido común, que gente con pocos recursos económicos tiende a consumir opciones menos saludables y que hay una mayor incidencia de enfermedades relacionadas con la alimentación. Por lo tanto, se propone la idea de implantar algún tipo de subsidios a frutas y vegetales para ayudar a la gente y animarla a cambiar sus hábitos alimenticios. (BMJ)

De todas formas todavía no está claro cómo se pueden llevar a cabo este tipo de medidas, aunque está claro que si nos vemos inclinados a comprar comida más sana muchas enfermedades podrían ser reducidas en nuestra sociedad.

Así pues, las evidencias sugieren que habría mayores beneficios en la salud si incrementásemos el precio de un gran abanico de alimentos, y las bebidas azucaradas son un buen ejemplo de ello.

Según los expertos, por cada lata o vaso extra de bebida azucarada consumida al día por un niño, sus posibilidades de volverse obeso aumentan un 60%. Por lo que si reducimos el consumo, las posibilidades disminuyen

Investigaciones en América encontraron que si las bebidas azucaradas fueran un 35% más caras, se vendería un 26% menos. Por lo que se estima que, si incrementamos el precio en un 20%, en EEUU la obesidad se reduciría en un 3.5%. Si le sumamos un 17.7% de impuestos en la comida basura, en Reino Unido se podrían evitar 2.700 muertes a causa del enfermedades del corazón.

De esta manera, la efectividad de la medida es a causa de 3 vías: experimentos naturales, ensayos controlados sobre el cambio en los precios de los productos y modelos científicos.  Pero a pesar de esta medida, no debemos olvidar lo más importante, que es concienciar a la población acerca de la importancia de consumir otros alimentos nutritivos -como frutas y verduras- e incrementar el gasto de energía con una mayor práctica de actividad física.

Debemos tener en cuenta que el estilo de vida de los países desarrollados está favoreciendo un incremento drástico de la obesidad en la población. En España, el 23% de la población es obesa, que junto los las personas que sufren de sobrepeso sumamos un total de un 62% de la población con posibles problemas graves en la salud, causados por el exceso de grasa corporal . En Reino Unido las cifras son parecidas, y es allí donde algunos investigadores aseguran que de no imponer impuestos sobre la comida basura o bebidas azucaradas, en 2030 la mitad de la población británica será obesa. Es decir, unos 11 millones más de obesos, y ahora ya son 15 millones.

Por lo tanto, el riesgo en España de abandonar la dieta mediterránea y de sufrir una enfermedad cardiovascular, por una mayor tendencia a los hábitos poco saludables parecen estar empujando los españoles a convertirse en una sociedad de obesos, sedentarios, hipertensos y fumadores, según el estudio  Enrica. (estudio sobre nutrición y riesgo cardiovascular, el primero que se realiza en España recabando muestras biológicas y exámenes físicos).

NOTICIAS EN PRENSA

guardian.co.uk

ecodiario.eleconomista.es

europapress.es

premsa.gencat.cat

Imagen | ellahoy

Te ayudamos
!No te quedes con dudas!
Héctor TarríoWhatsApp
Héctor TarríoPhone