En este artículo vamos a hacer referencia a un tema de actualidad al que se le ha dado mucha curiosidad pero que todavía es necesario le prestemos un poco más de atención, sobre todo en el ámbito del deporte. Existe la idea generalizada de que gente que practica deporte es sana de por sí, sin embargo existen numerosas evidencias de que esto no es la realidad.

El consumo de tabaco y los hábitos sedentarios, son hábitos instaurados en gente que practica deporte. Como ya hemos comentado en artículos pasados, el sedentarismo no es una falta de actividad física solamente. Es decir tu puedes hacer una hora de ejercicio todos los días, aunque sea vigoroso y ser sedentario, ya que el resto del día lo pasamos sentado. Por lo tanto, el tabaco y el sedentarismo son dos de las mayores amenazas de la sociedad actual, y por defecto del sector de salud pública. Ellos están considerados como unos de los factores de más riesgo de enfermedades crónicas, enfermedades cardiovasculares y muerte prematura en países desarrollados.

El mayor problema es que gente joven tiene altos niveles de sedentarismo, y es a esta edad cuando uno tiene que ser más activo, por el hecho de que los hábitos que se establezcan en este periodo perduraran de por vida. Sin embargo numerosos estudios han demostrado que en el cambio de adolescencia a la adultez, se produce una recaída negativa de hábitos saludables, es decir, la gente practica menos deporte, fuma más (esto los que ya fumaban) e incluso los hábitos dietéticos se modifican. Por lo tanto necesitamos intervenir en esta situación. Ya que la combinación de todos estos factores es la consecuencia de varias epidemias, como la obesidad y otras enfermedades no comunicables. [te recomiendo este artículo: «levanta y mueve el culo»]

Es cierto que personas que practican deporte fuman menos, sin embargo estos son los menos. A lo que me refiero con esto, es que la gran mayoría son los que no hacen deporte, y de estos muchos son fumadores. Es decir los hábitos saludables están interconectados, y si fallamos en uno es muy posible que carezcamos de otros.

La media de práctica de deporte en España está alrededor de un 61%, de la población, sin embargo esto luego lo tenemos que ver con más perspectiva y según el género. Ya que normalmente los hombres practican más deporte que las mujeres, pero las mujeres fuman más que los hombres. Se ha mencionado en la literatura que el 31% y el 25% de mujeres y hombres, respectivamente, entre 18–24 años, son fumadores. Lo que son cifras muy altas para no tener en cuenta.

Esto es bastante chocante, si recordamos todas las campañas que se han realizado contra del hábito tabáquico, que es cierto que han provocado una reducción del consumo pero que todavía sigue muy alto. Sin embargo, desde una perspectiva cultural, estamos en un punto en el que las mujeres debido a la larga represión sufrida en el pasado y al posterior reconocimiento de sus derechos, “bastante reciente”, han querido involucrarse en hábitos que eran considerados más masculinos. Por lo tanto, los hombres están en una etapa de reducir el consumo de tabaco y las mujeres de mantenerlo.

Por lo tanto, esto se mantiene entre personas que practican deporte, aunque con menos prevalencia. Es decir, en general la gente fuma menos cuando hace deporte. De todas formas, siempre hay que coger esta información con pinzas, ya que todo depende de la edad y el ambiente de la persona. Pero centrándonos en gente joven, podemos aplicar la regla.

En el ambiente universitario, que es donde se concentra la mayoría de los jóvenes, se ha demostrado en algún estudio que casi un 50% de los que practican deporte fuman. Aunque, se establece un nivel de consumo de tabaco bastante light entre ellos, esto es un problema serio que deberíamos atajar de alguna manera. Pero, qué quiere decir light? Pues es aquel consumo que no supera los 10 cigarrillos por día. Además, el consumo decrece a medida que se practica más deporte. Es decir poniendo un umbral de ?  3 días por semana, la probabilidad de fumar es menor. Sin embargo, el consumo de tabaco persiste, así como el posible daño de nuestra salud.

Esto puede darse por diferentes razones, que la mayoría ya conocemos, como ser conscientes de las limitaciones que el fumar impone en nuestro organismo a la hora de hacer deporte. Pero también puede ser por razones académicas. Esto es, durante el periodo universitario se han establecido diferentes patrones de consumo. Por lo que aquellos que están vinculados a la rama de la salud, como INEF o fisioterapia fuman menos que los que hacen Bellas Artes. Sin embargo, estudiantes en carreras vinculadas a la educación, como magisterio han demostrado fumar más, y por además hacer menos deporte. Esto es bastante preocupante, si tenemos en cuenta que estas personas no solo van a establecer unos hábitos personales para el resto de su vida, sino que también influirán en otros de forma perjudicial. Pero esta situación se agrava si hablamos de mujeres, quienes tienen peores hábitos que los hombres, quienes además justifican el fumar como una herramienta para controlar el peso, o relacionado con estados depresivos. Por lo tanto existe una posibilidad real de riesgos para la salud y de empeoramiento de nuestra calidad de vida.

Por lo tanto, es importante tener en cuenta que este tipo de hábitos se producen durante la transición entre la adolescencia y la edad adulta, lo que equivale al cambio entre el instituto y  la universidad o el ámbito laboral. Por lo que parece ser que algo está fallando en el sistema, y programas e intervenciones educativas en la promoción de la actividad física y el no fumar son necesarias para reducir la prevalencia de numerosas enfermedades que ya están consideradas como pandemia.

BIBLIOGRAFÍA

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Bogdanovica I, Godfrey F, McNeill A, Britton J (2011) Smoking prevalence in the European Union: a comparison of national and transnational prevalence survey methods and results. Tob Control 20(1):e4.

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Hasselstrom H, Hansen SE, Froberg K, Andersen LB (2002). Physical fitness and physical activity during adolescence vas predictors of cardiovascular disease risk in young adulthood. Danish Youth and Sports Study. An eight-year follow-up study. International Journal of Sports Medicine 23 (Suppl 1):S27–S31.

1 comentario

  • veronica dice:

    una correción: Es decir poniendo un umbral de ? 3 días por semana, la probabilidad de fumar es menor. Lo correcto es 3 o más días por semana.

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