Ya hemos tocado el tema de la hipertensión y el ejercicio físico en numerosos artículos, pero en este caso me gustaría repasar la importancia del ejercicio físico en la reducción de la tensión arterial.

Casi el 15% de la población tiene cifras de presión arterial sistólica por encima de 140 mmHg, o de presión arterial diastólica mayor de 90 mmHg. En los países industrializados la HPT tiene una prevalencia cercana al 20%, mientras que en los países en vías de desarrollo la incidencia es menor. Es considerado uno de los principales factores de riesgo para la morbilidad y mortalidad cardiovascular, y es responsable de aproximadamente el 40% de los casos de jubilación anticipada y el ausentismo en el trabajo en nuestro medio, lo cual implica un mayor coste social.

En el 90% de los casos no se encuentra ninguna causa especifica, pero se sabe que contribuyen diferentes factores como: edad, raza, herencia, sexo, obesidad, sedentarismo, o incluso otros como el uso de anticonceptivos orales o el consumo de alcohol.

Si tenemos hipertensión arterial y no le hacemos caso, debemos tener en cuenta que estamos contribuyendo al envejecimiento de las arterias (perdiendo elasticidad y haciéndose más frágiles) y corazón, lo cual puede resultar en el fallo cardíaco o aterosclerosis.

La mayoría de los estudios muestran que tanto el estado físico como la cantidad de ejercicio físico están asociados con una reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, y este ejercicio físico si se realiza regularmente tiene tanta importancia como el control de la hipertensión, control del colesterol o el dejar de fumar, en materia de prevención de EC.

Si eres hipertenso tienes muchas razones para no ser sedentario

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AFIRMACIONES DE DIFERENTES ESTUDIOS

1. En un estudio realizado a 217 pacientes de ambos sexos, con edades entre 35-83 años, mostró que la adhesión a las medidas no farmacológicas, entre los cuales el ejercicio físico, promovida efecto apreciable en la reducción de los niveles de presión arterialFerreira KVS, AMCA Melo, Sobral Filho DC, Arruda IKG, AS Diniz, Toscano CHH. Arq Bras Cardiol 1999; 73 (Suppl IV): 110.

2. La tendencia a principios de la utilización de agentes farmacológicos fueron reemplazados por agentes no farmacológicos, entre estos, el ejercicio aeróbico ha sido recomendado para el tratamiento de hipertensión leveFuchs FD, Moreira DM, Ribeiro JP. Eficacia antihipertensiva de la aptitud aeróbica. Un análisis crítico de la evidencia experimental. Arq Bras Cardiol 1993; 61:187-90.

3.  Sólo 75% de los pacientes hipertensos son sensibles al entrenamiento físico, ya que la hipertensión es un síndrome poligénico y puede estar influida por la herencia genética. Rondon MUPB, PC Brum. El ejercicio físico como tratamiento no farmacológico de la hipertensión. hipertensión Rev Bras 2003, 10:134-7.

4. En un seguimiento de seis a 10 años, de 15.000 individuos graduados de Harvard, (681 de ellos desarrollaron hipertensión severa 160/95 mmHg) encontró que aquellos que participan en el ejercicio regular son riesgo 35% menor de desarrollar hipertensión que las personas sedentarias. Paffenbarger RS, Wing AL, Hyde RT. . Ejercicio físico y la incidencia de la hipertensión en alumnos universitarios Am J Epidemiol 1983; 117:245-57.

5. El mismo autor, en otro estudio llevado a cabo con 10.260 graduados de Harvard durante más de una década,  encontró una relación inversa entre la actividad física y el riesgo de muerte por todas las causas. Al comparar los que iniciaron la actividad deportiva moderadamente vigorosos (con una intensidad de 4,5 o más equivalentes metabólicos) con los que no participaron en este tipo de formación, observó 23% de reducción en el riesgo de mortalidadPaffenbarger RS Jr, Hyde RT, AL Wing, IM Lee, DL Jung, JE Kampert. La asociación de cambios en el nivel de actividad física y otras características de estilo de vida con la mortalidad entre los hombres. N Engl J Med 1993; 328:538-45.

6. En otro estudio  se evaluó el estado físico de 4820 varones y 1219 mujeres de entre 20 y 65 años realizando test en tapiz rodante. Todos ellos eran normotensos al principio del estudio y fueron controlados durante cuatro años. Tras ajustar otros factores, los participantes con menor nivel de estado físico tuvieron un 52% más de riesgo de desarrollar hipertensión que los que tenían un estado físico mejor.

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PAPEL DEL EJERCICIO FÍSICO

Una reducción significativa de la presión arterial se alcanza con entrenamiento de intensidad baja (aeróbico) (50% del consumo máximo de oxígeno). El ejercicio de baja intensidad reduce la presión sanguínea, ya que causa una reducción en el gasto cardíaco, lo que puede explicarse por la disminución de la frecuencia cardíaca en reposo y disminución del tono simpático en el corazón.

Cuando una persona hipertensa realiza ejercicio de forma continuada, la presión arterial puede bajar incluso a niveles inferiores a los que tenía en reposo:

  • Después de un ejercicio de 10´en tapiz rodante la presión arterial bajó por debajo de los valores preejercicio.
  • Si se hacen 5 intervalos de 10´ de trote, con 3´de descanso entre series para tomar la presión arterial, se observa que la presión arterial se mantuvo en niveles inferiores a los preejercicio durante 90´.
  • 16 semanas de entrenamiento aeróbico en 44 hipertensos llevaron a una disminución media de 7.1 mmHg. en la presión diastólica, seguramente debido a una disminución en la liberación de norepinefrina.

Ishikawa et al. estudiaron 109 pacientes hipertensos en los estadios I y II que se sometieron a entrenamiento ligero durante ocho semanas. Encontraron una reducción significativa de la presión arterial en todos ellos, los sujetos de edad avanzada mostraron una menor reducción de la presión arterial que los individuos más jóvenes. No hubo influencia del género en los resultados.

El ejercicio físico puede disminuir la presión arterial debido a su efecto en las catecolaminas, suprimiendo el efecto simpaticomimético del sistema nervioso periférico. Además puede reducir la función renal, disminuyendo la secreción de insulina (implicada en la retención de sodio en los riñones).

Los beneficios del entrenamiento de resistencia (entrenamiento más aconsejado en pacientes hipertensos) sobre la tensión arterial se debe a la modificación del tono de los vasos arteriales y al ajuste de la resistencia arterial periférica dada la demanda que se necesita. Están totalmente contraindicados los ejercicios anaeróbicos y de potencia, ya que suelen aumentar la tensión arterial. En muchas ocasiones todos se quedan con la pregunta en la lengua ¿puedo hacer deportes competitivos, o puedo competir? Solo está indicado en pacientes en estadios de hipertensión inicial sin complicaciones, y solamente en deportes de resistencia, en cambio si hay complicaciones hay que dejar de lado la competición y realizar ejercicio saludable, siendo lo ideal no superar la intensidad del 60% de la capacidad aeróbica máxima

BIBLIOGRAFIA

OSLAF, B. «Exercício físico e o controle da pressão arterial» efdeportes.com

 Cruz, J.C.; Cueto, B.; Fernández, A. &  García, L. (1997)Prescripción médica de ejercicio físico en la tensión arterial 3, 45-65 (REVISTA MOTRICIDAD)

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1 comentario

  • EDUARDO RODRIGUEZ dice:

    Muy interesante el artículo, me podría explicar a que se refieren con los entrenamientos de resistencia?, gracias

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