Cuando hablo con cualquier persona sobre este tema siempre me viene una frase a la cabeza «el ejercicio físico no ayuda a adelgazar», pero desde mi punto de vista tampoco una «dieta» puede ayudarte a bajar de peso. Algunos pensaréis que estoy loco, sobre todo porque tiro piedras encima de mi tejado, pero lo explico fácilmente: Cualquier persona que quiere bajar peso, se informa e intenta hacer todo eso que «dicen» que es lo correcto; para ello me apunto a un gimnasio y consigo una dieta, el problema es que, la mayor parte de los nuevos usuarios del gimnasio lo dejan antes de que pasen 6 meses, y con las dietas pasa más de lo mismo. El objetivo no es simplemente hacer ejercicio para adelgazar, sino hacer ejercicio para evitar recuperar el peso que hemos perdido.

fat-thin-110330_580x385

En estudios aleatorios se ha encontrado que los individuos que hacen una dieta hipocalórica y realizan ejercicio de forma constante tienen mayor probabilidad de mantener la pérdida de peso que aquellos que solamente siguen una dieta determinada.

Una pequeña pérdida de peso por mínima que sea puede ser todo un éxito desde el punto de vista cardiorrespiratorio.  El papel del entrenador personal desde el minuto uno, es conseguir que esa persona sea capaz a cambiar sus hábitos, y eso no es sencillo. Es un proceso laborioso y que debe ser el principal reto para cualquier profesional del entrenamiento personal, ya que no podemos cerrarnos en contar repeticiones o en poner los discos de peso en las barras. El objetivo principal se centra en que el cliente disfrute haciendo ejercicio y que vea que es capaz a cambiar sus hábitos, consiguiendo resultados al tiempo que tiene una vida más activa y una alimentación adecuada. Debemos erradicar esos mitos como la necesidad pasar hambre para adelgazar, o el no poder levantarte al día siguiente del cansancio después de entrenar.

Como ya hemos mencionado en otras ocasiones la obesidad está muy relacionada con el aumento de la morbilidad y la mortalidad. Este trastorno metabólico crónico está asociada a diversas enfermedades cardiovasculares. Cuando el IMC es mayor o igual a 30 kg/mlas tasas de mortalidad por todas las causas, y en especial por enfermedad cardiovascular se incrementa en un 50% a un 100%.

Debemos alentar para conseguir realizar 45 minutos de ejercicio físico moderado durante 3-5 días a la semana. Aún así, por mucho que realicemos las recomendaciones estipuladas por la OMS y demás organismos esto no quiere decir que consiga bajar de peso. Algo muy importante, y a lo que debemos prestar atención diariamente es a ¿que hace durante el resto del día?. Por mucho ejercicio que hagamos durante 45 minutos si el resto del día lo pasamos en casa sentados viendo la televisión y cuando tengamos que movernos cogemos el ascensor y el coche hasta para ir a saludar al vecino casi con total seguridad no conseguirás absolutamente nada.

Es más importante ser activos en tu vida que obligarse a hacer ejercicio 30 minutos y ser inactivos durante el resto del día.

Por esto mismo los programas de ejercicio y las dietas suelen fracasar, ya que no tienen en cuenta estas consideraciones. Un entrenador personal puede ser lo más adecuado para que este se preocupe porque tu vida sea más activa y saludable. No solamente durante la hora que estás con él, sino que la confianza y la cercanía entre profesional y cliente hará que cuides más todos estos aspectos.

Debemos marcar objetivos a medio y largo plazo, pero no simplemente de descender de peso, sino de conseguir más tiempo de actividad por cuenta propia, logrando esos 30 minutos diarios que la ACSM entre otros nos recomienda. Además del objetivo de ejercicio, debemos establecer objetivos concretos y retos personales como pueden ser el subir y bajar escaleras durante la semana o si puedes no utilizar el coche en los desplazamientos cortos.

Si observamos los planes que ponen en marcha las diferentes organizaciones y administraciones públicas, estas se centran en hacer actividad ligera durante poco tiempo pero muchos días, persiguiendo eso que os acabamos de comentar de cambiar los hábitos y conseguir ser más activo en situaciones cotidianas. La actividad más habitual en estos programas es caminar, pero tienen el error de no tener un seguimiento de las personas implicadas y como sabemos realizar ejercicio aeróbico simplemente sin controlar la alimentación o no incluir algún programa de fuerza hará que la pérdida inicial de peso se vuelva a recuperar. Esto no quiere decir que sea un mal planteamiento, todo lo contrario, me parece una idea fantástica para centrarnos en mejorar el perfil metabólico.

En un estudio publicado en 1999 por Andersen RE et al. compararon un programa basado en ejercicio aeróbico, con otro que modificaba el estilo de vida pero sin realizar ejercicio a mayores. Durante 16 semanas de programa los dos grupos obtuvieron resultados positivos en la reducción de peso, pero el grupo que realizaba ejercicio aeróbico perdió menos masa libre de grasa (masa muscular) 0,5 kg, sobre 1,4 kg en el grupo de estilo de vida. Después del estudio se realizó 1 año de seguimiento de cada persona observando como los que realizaban ejercicio aeróbico recuperaron más peso que los que hicieron el cambio de estilo de vida. Como conclusión podemos decir que los hábitos son fundamentales para conseguir el objetivo de pérdida de peso, y sobre todo para que este peso se mantenga, pero si lo unimos a un programa de ejercicio aeróbico podemos conseguir una reducción más significativa de peso durante el programa.

Walkers' Feet

Las nuevas investigaciones empiezan a decir calidad en lugar de cantidad, es decir: no hagas más sino de hacerlo mejor, por eso mismo el papel del profesional del deporte debe ser muy considerado al hablar de personas obesas.

Como cada año, en estos días comenzamos a ver como las inscripciones en los gimnasios aumentan, y pronto las playas empezarán a llenarse, pero siendo la mejor época para los gimnasios debemos pensar ¿alguien consigue sus objetivos? ¿soy capaz a perder esos kilos que me sobran en 2 meses?, posiblemente los sacrificios hagan su efecto y el descenso de peso ocurra rápidamente, pero debemos prestar atención a un simple detalle, en junio estos no acudirán al gimnasio y no volverás a verlos hasta la próxima primavera. Nuestro trabajo no es conseguir cuerpos bonitos para el verano, ve un paso por delante y consigue que sean activos durante todo el año, ese si será un reto de verdad.

Dado que menos de la mitad de las personas obesas han recibido una recomendación médica para que pierda peso (Poirier P, et al. 2001), y el papel de los profesionales del deporte dentro del ámbito sanitario es inexistente, nos hace recapacitar sobre que podemos mejorar para evitar esta pandemia. ¿Que recomienden realizar ejercicio físico los profesionales de la salud? ya lo hacen, pero como todos sabemos no todo el mundo sabe recomendar adecuadamente esta «pastilla imaginaria» como digo yo.

Espero que este artículo os haga pensar un poco sobre cual es la finalidad de vuestro trabajo y cual es el objetivo principal de vuestra planificación. En ocasiones vale la pena revisar y re-leer la teoría para poder aplicarla correctamente, pero en otras ocasiones la psicología cobra gran importancia para conseguir que tu cliente consiga ver los beneficios del ejercicio más allá de bajar de peso, y que este ocupe un lugar importante dentro de su estilo de vida.

BIBLIOGRAFIA

Damon L. Swift et al.  The Role of Exercise and Physical Activity in Weight Loss and Maintenance.  Prog Cardiovasc Dis. 2014 Jan-Feb; 56 (4) :441-7. doi: 10.1016/j.pcad.2013.09.012. Epub 2013 11 de octubre.

Andersen RE et al. Effects of lifestyle activity vs structured aerobic exercise in obese women: a randomized trial. JAMA. 1999 27 de enero, 281 (4) :335-40. 

Poirier P1, Després JP. Exercise in weight management of obesity. Cardiol Clin. 2001 Aug; 19 (3) :459-70.

Imagen | i.livescience.com Imagen 2 | columbiamissouricaraccidentlawyer

Te ayudamos
!No te quedes con dudas!
Héctor TarríoWhatsApp
Héctor TarríoPhone