La higiene vertebral es un tema de gran importancia durante todas las etapas de nuestra vida, desde que somos jóvenes y vamos al colegio con mochilas que pesan kilos y kilos, pasando por el trabajo en donde puede que estemos sentados 8 horas al día, o por otro lado puede que estemos realizando actividades que pueden perjudicar a la salud de nuestra espalda; como pueden ser levantar o desplazar objetos continuamente. El siguiente artículo intenta explicar el por qué debemos incidir en la educación de los jóvenes y en los no tan jóvenes desde el campo de la salud, y concretamente de la higiene vertebral. Este es un contenido que está reflejado en las clases de educación física, o debería estarlo, ya que algunos profesores se olvidan de este gran tema.

Lo más importante es saber cuando debemos educar a las personas en cuanto a higiene vertebral, y creo que un momento ideal para este tema es la educación formal, desde la asignatura de educación física, en donde los profesores tendrán que olvidarse de mandar correr o hacer ejercicios a los alumnos y empezar a corregir sus hábitos y posturas durante la clase, esto no es solo un tema, sino que debería aplicarse durante toda la programación y todas las unidades didácticas ya que en cada tema hay una mala praxis que podemos evitar realizando las correctas correcciones. Así mismo esto se debería aplicar en otras asignaturas intentando aplicar una base de higiene vertebral y postural que puedan beneficiar nuestra etapa adulta y vejez, para ello mi propuesta es que los profesores tengan que incidir continuamente en las posturas en las que se sientan, en las que trasladan objetos pesados, o en las que juegan en los recreos, algo que evidentemente todo niño realiza sin pensar en su bienestar.

Como he dicho, el periodo más óptimo para enseñar esta correcta higiene postural, será la primera infancia, «este es un período de aprendizajes básicos» Ruiz Pérez (1994), ya que será la etapa en donde podremos incidir con una mayor eficacia en sus hábitos, no solo la higiene postural, sino en hábitos saludables, sociales o intelectuales incluyendo en esta etapa los hábitos de estudio o una correcta higiene.

Si se observa a un niño en esta etapa, se observa que la escuela es el lugar en donde más tiempo pasa, y por eso dicha institución se considera un agente primario en la adquisición de hábitos sociales y conductuales.

La educación del niño no se limita a las asignaturas que pueden tener, sino que en la primera etapa educativa tendrá mucha más importancia aspectos conductuales como pueden ser la socialización, o mejorar las capacidades individuales del individuo, tanto cognitivas como motrices. Esta educación debe considerarse una educación INTEGRAL, en donde el individuo actúe como un todo.

Ademas de la adquisición de conocimientos, el colegio tendrá el objetivo de educar teniendo en cuenta la sociedad actual y que este sea capaz a valerse por si mismo en la misma, además de proporcionar un estilo de vida saludable encaminados a una mejora de nuestra calidad de vida. Este estilo de vida o hábitos que la escuela debe proporcionar a todo alumno se incorporarán en forma de rutina a la vida diaria en donde la realización de estas actividades sean de forma casi inadvertida. Esto es lo que sería ideal para los hábitos de higiene postural, ya que es tan importante sentarse bien, como asearse después de realizar una actividad física, o levantar objetos, como lavarse los dientes tres veces al día. Con esto lo que quiero decir es que la educación debería incidir mucho más en la higiene vertebral ya que actualmente los problemas de espalda, son una de las causas de mayor frecuencia de visitas al médico, y estos problemas de espalda afectan de forma negativa a nuestra calidad de vida. Estos dolores no son siempre causas de patologías, sino que en muchas ocasiones las malas posturas y los malos hábitos tienen una mayor relevancia, por ello incido en que una correcta educación en el momento adecuado evitará estos problemas de salud relacionados con la higiene vertebral.

El trabajo de hábitos saludables cobra especial relevancia en edades tempranas, ya que es más complicado educar en edades más avanzadas en donde antes de adquirir un nuevo hábito deberemos eliminar el habito incorrecto, lo cual es mucho más difícil, y en muchos casos es improbable que se modifique el hábito incorrecto, por ello la importancia de educar en edades tempranas y correctamente.

A continuación muestro algunos puntos en los cuales se podría incidir desde los centros educativos o los profesores para mejorar la higiene vertebral de los alumnos:

  1. Si los centros educativos proporcionaran una taquilla en donde los alumnos puedan dejar sus libros de texto o materiales, se evitará el traslado de mochilas que pesan demasiado para la estructura vertebral de los niños, se debería tomar como ejemplo los colegios de EE.UU, o Holanda, en donde esto ocurre de verdad.
  2. Incidir en un correcto material de transporte evitando las mochilas bandoleras o llevar la mochila por una asa. Lo ideal serán las mochilas de ruedas, en donde el peso no recae sobre nuestra columna, aunque deberemos tener en cuenta que debemos empujarla con las dos manos, ya que desplazarla con una mano desestabiliza la columna.
  3. Por parte de la institución, deberán proporcionar un mobiliario adecuado, algo que en pocas ocasiones ocurre, ya que nos podemos encontrar con sillas pequeñas, o mesas muy elevadas, algo que debería estar lo más acorde a las características del alumno. La mesa debe estar a la altura del pecho del alumno y próxima a él. La ubicación de este también será algo a tener en cuenta ya que la pizarra es el centro de todas las miradas y si los pupitres están en una zona desadecuada para la correcta observación de esta hará que los alumnos adopten posturas inadecuadas.
  4. Incidir en la correcta posición en la que los alumnos deben sentarse, apoyando correctamente la espalda en el respaldo, y evitando los giros bruscos y el típico giro para hablar con el compañero de atrás.
  5. Por parte de los centros y en colaboración con las editoriales se debería elegir unos libros de texto de menor tamaño o incluso por fascículos para evitar el transporte de casa al colegio con grandes volúmenes de libros.
  6. En las clases de educación física se debería incidir en aspectos relacionados con la conciencia corporal y el control postural, lo cual beneficiará a que estos se percaten de sus errores posturales, y como he dicho anteriormente, el profesor deberá incidir en estos aspectos en todas las sesiones.
  7. Se debería optar por realizar actividades en las clases en donde los alumnos varíen su posición ya que día tras día están sentados durante muchas horas en una misma posición, algo que es muy difícil de controla y por lo cual se desarrollan hábitos incorrectos. Una solución será la de cambiar de clase cada hora, teniendo cada profesor su clase en vez de que los alumnos tengan una clase igual siempre.
  8. Incluir en el temario de educación física actividades directamente relacionadas con la actitud postural, como puede ser el pilates, el yoga o el tai-chi.
  9. Incluir actividades en el medio acuático como una unidad didáctica de especial importancia, en donde se deberá incidir en que son las más adecuadas para las patologías de la espalda. Proporcionando la posibilidad de realizar una clase de educación física en un medio diferente, en situación de ingravidez.

Estos 9 puntos creo que son muy importantes, y si se llevaran a cabo por los centros educativos, las patologías de la espalda en los niños, y posteriormente en su vida cotidiana como adulto, serán disminuidos considerablemente.

Os propongo que comentéis nuevas actuaciones que deberían llevar a cabo los centros y profesores para mejorar la higiene postural y la calidad de vida durante toda la vida.

Bibliografía:

Lasaga, M.J.; Peña, J. «Por una buena higiene vertebral desde la escuela«

1 comentario

  • Josue dice:

    Ala que mal… yo estoy padeciendo de estos dolores en la espalda baja… buen articulo.. y gracias por esos consejos utiles 😉

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