En numerosos estudios se ha llegado a la conclusión de que el ejercicio físico refuerza la estructura funcional del cerebro, donde se han observado como realizar actividad física moderada durante varios meses puede favorecer la creación de nuevas neuronas, mejorando la memoria, el pensamiento e incluso nuestro estado de ánimo. El problema de estos estudios es que nunca se han planteado observar que ocurre cuando el ejercicio se interrumpe, surgiendo preguntas cómo: ¿Cuanto tiempo duran estos beneficios si dejo de practicar actividad física? ¿Son permanentes estos cambios cerebrales?.
Estas preguntas se responden en 2 nuevos estudios presentados en el «Meeting of Neuroscience» que se ha celebrado el pasado mes de Octubre en New Orleans. Estos estudios han sido realizados en animales pero podemos extrapolar los resultados a los humanos.
El primero de estos estudios ha sido llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Sao Paulo, en Brasil. Este estudio, realizado con ratas, consistía en colocar a las mismas en una «rueda para correr», inyectando previamente una sustancia que nos ayudaría a observar las nuevas células neuronales que se crean en el hipocampo, o en el centro de memoria, por la práctica del ejercicio, lo cual ayudaría a los científicos a contabilizar el número de neuronas que se crean al realizar ejercicio.
El ejercicio es conocido por provocar la creación de dos o tres veces el número de nuevas neuronas del hipocampo.
Durante el experimento debemos comentar que existía un grupo de control, en las cuales las ruedas estaban inmóviles, lo cual hacía que las ratas fueran sedentarias, pero al igual que las otras también se analizarían para saber el número de neuronas nuevas que creaban en el hipocampo.
Después de 1 semana la rueda de las ratas del primer grupo se bloquearon, para observar que ocurría si después de 7 días de actividad se volvían sedentarias. Los resultados fueron abrumadores: Las ratas que habían corrido eran mucho más rápidas en la prueba del laberinto de agua que los animales de control, pero también tenían al menos el doble de neuronas recién nacidas en el hipocampo. Sin embargo esta ventaja desaparecía después de varias semanas de inactividad. Lo cual concluye que «Los beneficios neuronales y de memoria que el ejercicio físico tiene puede ser transitorio».
«Los cambios cerebrales no se mantienen cuando el ejercicio físico regular es interrumpido» Gilberto Xavier
En el segundo estudio presentado, se intentó analizar los efectos del ejercicio físico sobre el estado de ánimo. Los investigadores de la McMaster University in Hamilton, Ontario, observaron que las ratas que tenían acceso a «rueda para correr» u otros juguetes con los cuales interactuar, fueron capaces de utilizar la serotonina (neurotransmisor implicado en la ansiedad y otros estados de ánimo) de manera más eficiente. Observando que después de varios meses de actividad los animales (ratas) se muestran menos ansiosas y más resistentes al estrés durante la prueba de comportamiento. Aunque esas ventajas vuelven a desvanecerse en el momento en el que les son quitados los elementos de actividad (rueda para correr, etc.) regresando a unos valores iniciales.
En el último experimento los investigadores concluyeron que: «Después de 10 semanas de carrera, seguido de 3 semanas de inactividad, los cerebros de las ratas comparados con las inactivas eran casi indistinguibles, es decir; es como si nunca hubieran hecho ejercicio».
El Dr. Michael Mazurek, Supervisor del experimento concluye que «los beneficios desaparecen rápidamente» al igual que ocurre con la frecuencia cardíaca o con la masa muscular si dejamos de practicar ejercicio.
En definitiva, para conservar la salud de nuestras mentes, no podemos dejar de practicar ejercicio, los beneficios que conseguimos al practicar ejercicio desaparecen y no se mantienen un largo periodo de tiempo si dejamos de movernos. Espero que esta conclusión os ayude a ser fieles con vuestra actividad deportiva, el ejercicio no solo es verse guapo o sentirse bien con uno mismo, tu cerebro te lo agradecerá y se verá reflejado en tu estado de ánimo.
BIBLIOGRAFÍA:
Visto en: well.blogs.nytimes.com
