Hasta el 40% de las lesiones deportivas se relacionan con un trauma en la articulación de la rodilla. Muchos de estos deportistas no regresan al deporte que practicaban, y estos pueden desarrollar osteoartritis post-traumática de inicio temprano independientemente del manejo de la lesión.

La recuperación de lesiones tradicionalmente se centra en la resolución de discapacidades físicas. Sin embargo, los mejores resultados a nivel físico no siempre están asociados con el retorno a la actividad física, satisfacción a largo plazo, o mejora en la calidad de vida. Esto hace pensar que existen otros factores adicionales, no relacionados con los cambios físicos. Es por ello que entra en juego el entorno y una visión biopsicosocial.

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Los factores psicológicos que influyen en la recuperación de una lesión traumática de rodilla relacionada con el deporte incluyen respuestas cognitivas (percepciones), respuestas conductuales (adherencia) y respuestas afectivas (estados de ánimo) asociadas con la experiencia individual de la lesión, rehabilitación, cirugía y return to play (RTS).

Por ejemplo, el miedo a una nueva lesión y una mala preparación psicológica para el RTS influyen negativamente en que en recuperar los niveles de actividad deportiva habitual y especialmente en el RTS. De manera similar, en una reciente revisión sistemática, se destacó la asociación entre una mayor autoeficacia preoperatoria (es decir, la creencia de que uno es capaz de ejecutar un comportamiento en un contexto específico) con un menor dolor de rodilla en un futuro y un mejor RTS luego de la reconstrucción de LCA (Everhart JS, et al. 2015)

Los factores sociales, que influyen en la recuperación en esta población, incluyen las relaciones (la familia, el deporte o incluso la propia rehabilitación), así como, intercambios sociales (relaciones de apoyo, compañeros que han sufrido algo similar) que influyen y se ven influenciados por la experiencia individual con las lesiones.

Se ha demostrado que una fuerte alianza paciente-profesional se asocian con mejores resultados de rehabilitación después de una lesión musculoesquelética.

Por otro lado, los factores contextuales donde podemos incluir el entorno deportivo, el estado socieconómico o el origen étnico también influyen en la experiencia dolorosa y en la expectativa de recuperación. Por poner un ejemplo: (aunque no está relacionado con la lesión de rodilla, pero si con el proceso de recuperación de una lesión)  las opiniones de la comunidad o su entorno sobre la discapacidad podrían afectar a las creencias, expectativas de recuperación, satisfacción de la rehabilitación en personas con dolor lumbar. Esto podemos extraerlo para el caso de lesiones de rodilla, si nuestro entorno deportivo y/o familiar es “pesimista” pueden influir sobre nuestras expectativas hasta el punto de abandonar nuestro proceso de readaptación.

Analizando esto, podemos llegar a la conclusión de que tener relaciones sociales con compañeros que hayan pasado una lesión de rodilla y regresaran con éxito al campo de juego puede influir positivamente en nuestra recuperación. Es mas, si la readaptación la estás haciendo con la misma persona que recuperó a tu compañero con éxito, la seguridad en las propuestas y la adherencia al programa hacen que estemos más cerca de recuperar a ese deportista.

Este enfoque en la readaptación deportiva, donde consideramos tanto factores físicos, como psicológicos, sociales y contextuales se denomina “Enfoque holístico”. Sin embargo esta visión aún es reciente y no hay demasiados estudios que tengan un enfoque holístico, dejando de lado en muchas ocasiones factores sociales y contextuales, centrándose más en factores físicos y/o psicológicos.

En esta revisión se analizaron multitud de estudios en donde se clasificaron por dominios, como se puede ver en la siguiente imagen:

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Los temas de dominio psicológico se pueden clasificar en: las barreras al progreso, afrontamiento activo, independencia y expectativas de recuperación.

Los atletas experimentan una variedad de barreras para progresar durante la recuperación de una lesión de rodilla. El miedo es la barrera que más se ve en los estudios, en donde se considera como la barrera más importante durante el RTS, pero también aparece la frustración o la ansiedad durante las etapas de recuperación. Solamente el 20-45% de los atletas identificaron el miedo como la razón principal para no volver al deporte, en cambio en todos los estudios el reconocimiento de las emociones negativas fueron importantes para la recuperación. Es por ello, que la preparación psicológica, confianza en la rodilla y motivación son otras barreras para el RTS.

El miedo a una nueva lesión se asoció con una nueva lesión de LCA en los próximos 2-5 años, y niveles de actividad reducidos de 3 a 20 años después de la reconstrucción del LCA (Paterno MV et al. 2018) (Tagesson S et al, 2016)

Las estrategias de afrontamiento activo parecen ser un enfoque común para los atletas que pueden promover la motivación y la capacidad de recuperación cuando se enfrenan a una lesión. Aplicar diferentes enfoques para manejar los alti-bajos que pueden ocurrir durante el proceso de recuperación pueden mejorar la confianza en la rodilla.

Así mismo, las tácticas de afrontamiento activas, y por supuesto la educación, son fundamentales para ayudar a aceptar las consecuencias a largo plazo de la lesión de rodilla o la transición a una vida fuera del deporte. Esto es importante, ya que la ausencia de estrategias de afrontamiento se asoció con la falta de preparación para las demandas mentales de recuperación, depresión , RTS fallidos y comportamientos desadaptativos como el abuso de sustancias o el dolor catastrófico. En cambio, proporcionar estrategias de afrontamiento activas se asoció con una mayor motivación, comportamiento resiliente y adherencia al programa de readaptación.

En todos los estudios los atletas lesionados tienen un deseo de desarrollar o preservar su independencia, y tener control sobre su readaptación. Los atletas deben participar activamente en el desarrollo de su plan de rehabilitación para fomentar la autonomía. Desarrollar una mayor independencia mediante la promoción de la automotivación, confianza, autoeficacia y la autonomía entorno a las decisiones del RTS se ve que tienen una influencia positiva en los resultados objetivo. Fomentar la preparación psicológica promueve esa independencia y en definitiva consigue aumentar la confianza para el RTS.

Como último punto de dominio psicológico, pero no por ello menos importante, debemos tener presente la expectativa de recuperación. Es nuestro papel establecer expectativas realistas para las diferentes fases de la readaptación, así como a los objetivos a largo plazo. Diferentes estudios identificaron expectativas poco realistas sobre la duración de la recuperación de los atletas que requieren cirugía. El incumplimiento de las expectativas de recuperación se asoció con emociones negativas como la frustración, pero también se asoció con una pérdida de confianza en la readaptación. Como curiosidad, las expectativas de recuperación fueron influenciadas por las interacciones con: los proveedores de atención médica, otros jugadores, entrenadores, creencias y/o percepciones previas, así como con jugadores de alto nivel como por ejemplo nuestros ídolos deportivos que en ocasiones también podemos seguir su recuperación.

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Si añadimos a la balanza los aspectos sociales, podemos encontrar dos puntos de gran importancia en la recuperación de lesiones: El apoyo social y el compromiso en la atención.

Teniendo en cuenta que el conocimiento es la piedra angular del empoderamiento del “lesionado”, compartir información (es decir educar) es fundamental para la recuperación de una lesión. Además de esto, el apoyo emocional influyó positivamente en las expectativas de recuperación, la disminución de emociones negativas, y una mejor evaluación de riesgos del RTS. Además el apoyo social se asocia con una mayor adherencia, resiliencia, confianza y automotivación. Durante la recuperación la vía del apoyo social va variando. En las primeras etapas el apoyo de compañeros de equipo, familia y amigos es muy importante, pero el apoyo de entrenadores, médicos fisioterapeutas y readaptadores ganan importancia en etapas más avanzadas. Por el contrario, debemos tener presente que la presión social de los compañeros puede ser más evidente en la adolescencia, ya que el deporte es una forma importante de conexión social durante los años de desarrollo.

Al hablar de compromiso en la atención nos referimos a cómo se involucran los profesionales médicos. Una fuerte alianza servicios médicos/readaptador/lesionado, en donde se respetaron los objetivos y valores individuales de los atletas hace que tengan experiencias de rehabilitación/readaptación positivas y una mayor confianza en los profesionales.

Por último debemos incluir al sistema el contexto, en donde podemos diferenciar las influencias medioambientales y la cultura deportiva. Debemos crear un ambiente que propicie la autonomía ya que esta se ha visto que mejora la adherencia a la readaptación, además de mejorar la independencia y la automotivación. Demos analizar el contexto de cada deportista, en donde podemos encontrarnos con falta de recursos materiales, o medios para hacer los ejercicios, así como una falta de tiempo para poder dedicarle a su readaptación. Pero lo más importante es que hagamos partícipe al deportista sobre lo que vamos a realizar en la sesión, que nos diga sus preferencias personales, consiguiendo que esta sea agradable además de desafiante.

La cultura deportiva, o más bien, la cultura hipermasculina que rodea al deporte, en donde se normaliza el hecho de tener dolor articular y/o muscular (“no pain, no gain”) hace que los deportistas sufran una intensa presión social indirectamente de los compañeros y el ambiente de vestuario. Es por ello que muchos de estos se sientan indirectamente presionados por realizar un “return to play” prematuro, aumentando los niveles de frustración, incapacidad y en ocasiones aparece la desmotivación y el abandono de su programa de recuperación

Analizando todos estos factores, queda claro la importancia de individualizar la recuperación al individuo para conseguir el objetivo de proporcionar una atención centrada en el cliente/paciente. Si hablamos por ejemplo del miedo, este puede ser diferente en varios atletas y con cada uno debemos tener una intervención diferente:

  • Miedo o ansiedad a una nueva lesión.
  • Miedo o ansiedad a un bajo rendimiento deportivo.
  • Miedo al fracaso
  • Miedo a situaciones de desconocimiento o incertidumbre
  • Miedo a tener que repetir la rehabilitación

Las características individuales (género, edad, nivel deportivo) influyen en los factores psicológicos, sociales y contextuales es por ello que la palabra individualización debe estar muy presente. Por poner un ejemplo: Estudios anteriores han informado que los hombres tienen más probabilidades de volver a su deporte previo a la lesión en comparación con las mujeres después de una reconstrucción del LCA.

Debemos ser críticos con nuestra manera de rehabilitar/readaptar, y saber que hemos fallado durante años, obviando algún pilar de los mencionados anteriormente para diseñar tareas sin tener en cuenta el entorno o el contexto. Espero aclarar un poco el enfoque holístico de la lesión, en este caso el estudio está realizado para lesiones de rodilla, pero debemos cambiar nuestra perspectiva para conseguir mejorar las readaptaciones de nuestros deportistas.

INFORMACIÓN EN DIAPOSITIVAS

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BIBLIOFRAFÍA
Truong LKMosewich ADHolt CJ, et al. (2020) Psychological, social and contextual factors across recovery stages following a sport-related knee injury: a scoping review

Tabla 1: En el propio estudio , Imagen 1: nytimes.com Imagen 2: © BuenaForma

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