CONCENTRACIÓN

Focalización de la Atención.

La concentración es un tipo de atención selectiva. La atención puede tener distintas dimensiones. Como a nuestro cerebro llega más información de la que podemos dirigir, sucesivamente nuestra atención va a uno o pocos objetos, ignorando el resto.

El control de la atención es una de las claves más importantes del rendimiento deportivo. La capacidad para focalizar la atención en los estímulos apropiados del entorno y mantener la atención o concentración a lo largo de una competición o entrenamiento, es un factor decisivo.

Es conocido y, generalmente admitido, que uno de los mayores problemas en el deporte lo constituye la falta de concentración. Y, por el contrario, pocas cualidades son más importantes para una óptima actuación deportiva que centrarse en la tarea presente. Una mente que divaga y se distrae da lugar a errores que se traducen en fallos del rendimiento deportivo.

A pesar de la importancia de la concentración en el rendimiento deportivo, no se ha llevado a cabo toda la investigación que el tema requiere. Sin embargo, dos cosas han sido claramente demostradas:

–          Existen diversos tipos de concentración

–          La concentración puede aprenderse y perfeccionarse, para conseguir el máximo de eficiencia en la actuación deportiva.

Aprender a controlar la atención.

La habilidad de concentrarse es una destreza que puede desarrollarse y perfeccionarse con la práctica. El entrenamiento de la concentración consiste esencialmente en aprender a focalizar nuestra atención en los estímulos relevantes y apartarla de los irrelevantes.

Además, el entrenamiento de la concentración sirve para  aumentar la capacidad de recobrar la atención, una vez perdida por las distracciones, dirigiéndola hacia la tarea que nos hallamos realizando.

La atención es un proceso que admite fluctuaciones. Cuanto más nos guste o divierta una tarea, más fácil es concentrarse en ella. Cuando un deportista goza con lo que hace, la atención se concentra de forma total y espontánea en la tarea que está llevando a cabo.

El nivel máximo de actuación se entiende el que está dentro de nuestras posibilidades. El reto que se deriva de una tarea debe estar proporcionado al nivel de destreza demostrada. De no ser así, surgirá la duda en la propia capacidad, y la distancia entre los recursos a aplicar y la dificultad de la tarea, hará que la concentración decaiga o desaparezca.

Bibliografía:

–          Dosil, Joaquin. “Psicología de la actividad física y del deporte”. Editorial: McGrawHill. Madrid (2004), España.

–          Harris, D.V. “Psicología del deporte”. Editorial: Hispano Europa. Barcelona (1992), España.

–          Lorenzo González, J. “Psicología y deporte”. Editorial: Biblioteca nueva. Madrid (1992), España.

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