La alimentación debe ser un punto importante a tener en cuenta en la vida de todo deportista que quiere conseguir un rendimiento. La práctica de incluir carne en los menús antes de la competición es un error que debe evitarse, las proteinas no constituyen una buena comida de pre-competición. No aportan energía para la lucha, son dificiles de digerir y pueden causar náuseas tanto antes como durante las pruebas. las grasas son igualmente una mala elección ya que como las proteínas, estas pueden perjudicar la respiración y poner demasiada intensidad en la circulación, cuando se comen dentro de las dos horas de un ejercicio fuerte.

Una comida para la competición es aquella en que el contenido en grasas y proteínas es bajo, mientras que el de hidratos de carbono (HC) es alto. Contrariamente a lo que pueda pensarse, los hidratos de carbono del menú de pre-competicion NO aportan energía para la prueba. Esta energía ha de estar ya almacenada en los músculos y en el hígado a partir de las comidas a base de HC efectuados en los 2 o 3 días anteriores a la prueba. El objetivo de la comida rica en HC antes de la prueba, ha de ser el impedir la sensación de hambre, sin llegar a causar náuseas. Por otra parte los HC ingeridos en la comida de pre-competición son digeribles y quedan disponibles como glucosa después de la comida, de forma que pueden utilizarse para reponer glucógeno de los músculos y del hígado que fué metabolizado durante la prueba.
El comer antes de una prueba no quiere decir que nos pongamos a comer media hora antes de competir, todo lo contrarío, la comida ha de ser tomada 3 o 4 horas antes de la competición, a fin de disponer de tiempo suficiente para la digestión.
Esta ha de ser ligera, entorno a 500-800 calorias, no vaya a ser que nos peguemos un atracón y después os sintais inchados y pesados. Los alimentos no deben estar muy sazonados, especialmente si estos alimentos han producido náuseas en otras ocasiones. Los HC deben ser base de féculas más que de azúcares. No es recomendable tomar caramelos, miel u otras formas azucaradas de HC, ya que aunque originan un aumento de glucosa en sangre, causan al cabo de un corto tiempo una caída de la glucosa en sangre, descenso que deja el cuerpo fatigado.

A continuación muestro como ejemplo las pautas nutricionales para antes de la competición de resistencia:

  • Momento y cantidad de alimentos basados en el tipo, la intensidad y la duración de la prueba.
  • Inlcuir de 50 a 150 g. de HC en esta comida.
  • Consumir comidas bajas en fibra.
  • Planificar una bolsa de alimentos para el día.
  • Incluir una pequeña cantidad de proteínas bajas en grasa.
  • Son alimentos recomendables los cereales, el pan y sus derivados, la leche y el yogurt desnatado, la leche de soja y los zumos.
  • Beber hasta medio litro de agua en las dos horas anteriores.

Espero que estas pautas os sean de interés para vuestra alimentación antes de competir o para planificar no solo los entrenamientos de vuestros deportistas

sino también su alimentación para conseguir mejores resultados.

BIBLIOGRAFÍA:

Bernardot, D. (2001). «Nutrición para deportistas de alto nivel». Barcelona. Hispano Europea

Villa, J.G; Córdoba, A; González, J.; Garrido, G. Villejas, J.A. (2000). «Nutrición del deportista». Madrid. Gymnos

Imagenes: Gómez Noya David Cal

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