Siendo hoy 25 de Mayo el día Mundial de la Esclerosis Múltiple, queremos dejar nuestro grano de arena explicando unas pautas generales sobre la enfermedad, y sobre todo los aspectos relacionados con el ejercicio físico en estos pacientes.

La esclerosis múltiple es una enfermedad desmielizante primaria adquirida, en donde la mielina del sistema nervioso central es el órgano diana de un proceso o proceso, autoinmunes. Está caracterizada por:

Para el diagnóstico de esta enfermedad se utilizan, la resonancia magnética, el estudio del líquido cefaloraquídeo, y los potenciales evocados. Esta suele afectar a adultos jóvenes entre los 20 y 40 años, la prevalencia en España es de 50 casos por 100.000 personas y es más común en las mujeres. Destacar que los síntomas a menudo ceden durante el embarazo.

Las características de esta enfermedad en relación con el ejercicio físico son:

  1. Fatiga (la mas frecuente)
  2. Debilidad muscular.
  3. Disfuncion, sistema nervioso autónomo
  4. Espasticidad (los músculos se mantienen permanentemente contraídos)
  5. Problemas de coordinación y equilibrio.
  6. Hipersensibilidad al calor.
  7. Pérdida de sensibilidad y adormecimiento local.
  8. Temblor.

Tradicionalmente se aconsejaba no realizar actividad física a estas personas por la fatiga y los trastornos térmicos que podían ocasionar, ya que muchos de los pacientes son sensibles al incremento del calor corporal que se desprende al realizar ejercicio físico. Además es muy común que durante el ejercicio se den problemas de visión como puede ser la aparición de «visión borrosa»

La fatiga propia de la enfermedad afectará a aspectos cotidianos de la vida de las personas que padecen esta enfermedad, lo cual podrá afectar en el estado de ánimo de este, en donde se destacan la depresión en un 65% de los casos, lo cual se explica ya que al no poder programar su vida por las dificultades que tienen afectará a su estado de ánimo, haciendo que se depriman con mucha facilidad.

Si te interesa ver un documental sobre la esclerosis pulsa aqui: Video documental esclerosis múltiple (27:38)

ASPECTOS DE LA PRESCRIPCIÓN DE EJERCICIO FÍSICO

Existe la típica opinión social de que los enfermos de esclerosis múltiple (EM) no son capaces de realizar ejercicio físico, lo cual hace que los pacientes con esta enfermedad tengan una alta tasa de sedentarismo. Para que quede claro una persona con EM puede practicar ejercicio aeróbico, el cual beneficiará su condición física y además hará que mejore su sensación de bienestar lo que hará que estén menos deprimidos. La mejora de la condición física hará que se reduzcan las probabilidades de padecer enfermedades cardiorespiratorias, lo cual paralelamente reducirá la morbilidad por enfermedades relacionadas con el sedentarismo.

Antes de comenzar con cualquier actividad debemos hacer un análisis individual del individuo en donde la individualización de las tareas debe ser un aspecto muy importante, teniendo en cuenta cuando aparece la fatiga y otros factores que pueden afectar a la enfermedad.

Realizar ejercicio físico habitualmente, no parece tener efecto directo con esta enfermedad o con su progresión, pero si mejora la condición física a corto plazo como ya hemos mencionado.

La intolerancia al calor (muy común en estos pacientes) es un gran problema para la practica de ejercicio físico por lo cual habrá que tener presente aspectos como la temperatura ambiental, la duración del ejercicio, la intensidad del mismo. Además si se presentan problemas sensoriales como la visión borrosa esta afectará a la práctica deportiva, por ejemplo dificultando el paseo o la carrera.

Los aspectos que se deben entrenar en estos pacientes serán principalmente la resistencia aeróbica, la fuerza y la flexibilidad que explicaré a continuación:

Entrenamiento de la resistencia Aeróbica

En los pacientes más debilitados deberán realizar actividades de la vida cotidiana que serán los que mas le beneficiarán, observando como son capaces a realizar las actividades a las que diariamente se deben enfrentar. Estas personas deberán ser ayudadas constantemente, pero como pauta general, en la medida de lo posible se debe animar al enfermo a hacer la mayor parte de actividades por si mismo.

Así mismo el ejercicio aeróbico en pacientes no tan avanzados tendrá unos grandes beneficios aunque sea de muy baja intensidad, la cual puede contribuir a mantener una buena condición física y una buena capacidad funcional. Otras personas que tengan un mejor nivel cardiovascular se podrán prescribir ejercicios aeróbicos 3 o más días a la semana, a una intensidad del 65% de VO2 max o al 60-85% de la frecuencia cardíaca máxima y con una duración de 20 a 30 minutos de actividad a lo que se le sumarán 5 minutos de calentamiento y otros 5 para vuelta a la calma.

El caminar o nadar son actividades muy recomendables para estos pacientes, en cambio para pacientes más avanzados se recomienda la bicicleta, ya que la pérdida de capacidad motora será un factor a tener en cuenta. Los ejercicios realizados en el agua tienen grandes beneficios,  al trabajar los miembros inferiores y superiores serán muy beneficiosos, pero además el aspecto de refrigeración hará que nuestra temperatura corporal no aumente como en ejercicios en otros medios, además de beneficiar a pacientes con problemas de equilibrio.

En muchas ocasiones los pacientes evitan el ejercicio por problemas térmicos, un incremento de 0,5 grados de la temperatura corporal central puede producir un empeoramiento clínico, por lo tanto, puede ser de utilidad ofrecer un baño tibio antes de la actividad, sobre todo en piernas y parte inferior del tronco.

«Un estudio comprobó que un baño de agua fría (16-17º) mejoraba el rendimiento y la tolerancia al ejercicio» White y Cols, 2000

Otro aspecto a tener en cuenta será la hidratación, la cual será importante para la termorregulación y para evitar accidentes de este tipo.

Fuerza muscular y flexibilidad

Debemos intentar mejorar la fuerza de los grupos musculares no afectados, para intentar compensar las deficiencias. En pacientes leves se pueden utilizar ejercicios de grandes grupos musculares, con varias series de 10-12 repeticiones, tras las cuales puede aparecer cierta fatiga, por lo cual tendremos que tener en cuenta para la planificación el realizar ejercicios de diferentes grupos musculares, variando. Los resultados con estos ejercicios serán: un aumento del equilibrio, coordinación, y sobre todo un aumento de la confianza en sí mismos.

En pacientes mas graves se realizaran ejercicios pasivos que pueden ser beneficiosos para evitar contracturas, en donde se han alcanzado mejoras significativas para los miembros superiores e inferiores.

Los ejercicios de estiramientos tendrá que variar; siendo mas suaves al comienzo por la espasticidad muscular, e ir incrementándose progresivamente hasta conseguir la máxima amplitud. Estos deben realizarse a diario para evitar la aparición de contracturas.

El tiempo entre un ejercicio y otro será de 1 a 5 minutos, sobre todo cuando se trabajen los grupos musculares mas pequeños, y las repeticiones deben estar siempre adaptadas al paciente. Se debe evitar el uso de pesos libres como las mancuernas, siendo preferible el uso de maquinas adaptadas, y además serán muy recomendables actividades en donde se realicen ejercicios para mejorar la amplitud del movimiento, como por ejemplo Tai-Chi, Yoga o Pilates.

Además de esto es muy recomendable enseñar a los pacientes unas rutinas y el realizar ejercicios sencillos que puedan trasladar a su casa en donde podrán realizarlos con más frecuencia, como pueden ser ejercicios con bandas elásticas, las cuales mejorarán la fuerza de estos.

Los ejercicios de fuerza será recomendable realizarlos 2 días a la semana y en días alternos, que no coincidan claramente con los días que hacemos ejercicio aeróbico.

Para finalizar comentar que un aspecto importante es que las tareas que se realicen sean motivadoras y los instructores incidan sobre los pacientes para lograr que este no deje la actividad, logrando que su motivación por la práctica de ejercicio físico aumente, aumentando la adherencia.

Un saludo a todos y en especial a las personas que tengan esta enfermedad en este día tan significativo. Ahí queda nuestro grano de arena sobre la esclerosis múltiple y la actividad física.

 

Bibliografía:

L.M.López Mojares «Esclerosis múltiple y ejercicio físico» ; sacado de: Lopez Chicharro, J. ; Fernández, A «Fisiología del ejercicio»

Imagen 2: www.queciencia.com Imagen 3: www.munimadrid.es

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