Según la Sociedad Internacional de Continencia (ICS), se define Incontinencia Urinaria (IU) como pérdidas involuntarias de orina a través de la uretra, pudiendo causar un problema de tipo social, higiénico, sexual, etc. al paciente que la padece. La IU puede afectar a cualquier persona: hombres o mujeres, sean niños, adultos o ancianos.

TIPOS DE IU

IU de Esfuerzo (IUE): es aquella forma de incontinencia en la cual los escapes de orina aparecen cuando el paciente realiza un esfuerzo abdominal: estornudar, toser, hacer ejercicio físico o gimnasia (sobretodo saltos o rebotes), coger pesos, etc. Según la severidad de la incontinencia, los escapes aparecerán con grandes esfuerzos (toser, estornudar) o con pequeños esfuerzos (andar, subir escaleras, etc.)

IU de Urgencia (IUU): se caracteriza porque los escapes de orina van precedidos de un deseo imperioso de ganas de orinar que llega a ser incontrolable. Es muy habitual que aparezcan las ganas cuando más cerca nos encontremos del momento de orinar (por ejemplo subiendo las escaleras de casa, abriendo la puerta, haciendo cola en los servicios públicos…). A este tipo de IU suelen asociarse otros síntomas tales como: orinar frecuentemente (polaquiuria), levantarse a orinar por la noche (nicturia), molestias al orinar (disuria), dolor en el bajo vientre, etc.

IU Mixta: es la conjunción de las dos primeras: esfuerzo y urgencia.

La aparición de problemas de continencia en los hombres se suele asociar más a patología de próstata o uretra (obstrucción y/o estrecheces) o cirugía. Mientras que en la mujer, se ha descubierto que los tres tipos de IU son diferentes caras del mismo problema: el deterioro del Suelo Pélvico.

Aunque la IU puede aparecer a cualquier edad y sexo, es más frecuente la aparición en el sexo femenino y a partir de los 35 años.

¿QUÉ ES EL SUELO PÉLVICO (SP)?

El Suelo Pélvico es un conjunto de músculos, ligamentos y fascias que envuelven y sujetan los órganos de nuestra pelvis (vejiga, útero, recto…) y cierran nuestros esfínteres. Además es uno de los grandes estabilizadores de nuestras articulaciones lumbares y pélvicas. Aparte de incontinencia o dolores pélvicos, si nuestro Suelo Pélvico está débil, nos puede generar problemas lumbares.

¿POR QUÉ SUFREN MÁS PROBLEMAS DE IU LAS MUJERES QUE LOS HOMBRES?

El SP tiene dos funciones principales: cerrar y sujetar las vísceras pélvicas y permitir el paso de las mismas al exterior (recto-ano, uretra en el caso de la vejiga y vagina en el caso del útero). Anatómicamente, hombres y mujeres somos distintos, y más si se trata de nuestro aparato reproductor y excretor. Las mujeres tienen tres orificios de salida en su suelo pélvico (lo que significa que dicha musculatura está “agujereada” por tres sitios diferentes) al contrario de los hombres, que únicamente tienen dos, y la uretra es un conducto de mayor longitud en los hombres y cuya salida no se encuentra en la base del SP, sino que se encuentra en el pene, libre de las presiones intraabdominales y de la fuerza de la gravedad. Además, el SP femenino tiene que permitir el paso del feto en el momento del parto, para lo cual deberá distenderse enormemente.

¿QUÉ PUEDE OCURRIR CUANDO EL SUELO PÉLVICO SE DEBILITA?

El deterioro del suelo pélvico puede ocasionar pérdidas de orina, incontinencia de heces o gases, disfunciones sexuales (dolores durante las relaciones sexuales, dificultad o ausencia total de orgasmos en las mujeres, problemas de impotencia en hombres…), estreñimiento no causado por la alimentación y prolapsos (descenso de vejiga, útero o recto) como alteraciones más frecuentes. En el este artículo puedes ver los ejercicios de Kegel, los cuales te ayudarán a trabajar el suelo pélvico.

IU, UN PROBLEMA REAL

Según estudios recientes cuatro de cada diez mujeres sufren problemas de incontinencia urinaria.

Durante años no se le ha dado importancia. Muchas de las afectadas no saben que se trata de un trastorno de salud y lo asocian a una situación de “normalidad” pues lo consideran algo habitual tras la maternidad o propio del envejecimiento o de los cambios hormonales, como en el caso de la menopausia.

Muchas mujeres conviven con estas patologías, causa de gran malestar físico y, por supuesto, psicológico.

Se ha llegado a pensar que se trata de un deterioro irremediable. Gracias a la publicidad, ahora muy presente en este campo, lo hemos visto como algo “normal” y con lo que tenemos que aprender a convivir. Pero esto no es así, estos trastornos se pueden evitar y/o mejorar.

FACTORES DE RIESGO

Partos, embarazos con gran aumento de peso, menopausia, deportes de alto impacto (aerobic, voleyball, saltos…), cirugías abdominales o ginecológicas, estreñimiento prolongado  o incluso disfunciones respiratorias o alergias que provoquen tos durante largos periodos de tiempo son factores de riesgo para la musculatura de nuestro suelo pélvico o periné.

TRATAMIENTO

Hasta hace poco lo único que la medicina ofrecía para reducir estos problemas era la cirugía, pero estas técnicas no siempre eran efectivas o lo eran solo a corto plazo, pues con el paso del tiempo la tendencia es que la sintomatología se reproduzca. Hoy en día contamos con una nueva herramienta, la fisioterapia.

La fisioterapia actúa mediante técnicas manuales, de medicina física (como puede ser la electroterapia o el biofeedback)  y enseñando y pautando ejercicios para la tonificación de toda la musculatura.

Así se consigue prevenir este tipo de problemas y, si ya se padecen, mejorar sus síntomas o incluso hacer que desaparezcan. En los casos donde existe indicación quirúrgica se recomienda un trabajo de fisioterapia previo de tonificación de modo que la zona esté mejor preparada para la intervención. Por supuesto también es necesario un trabajo posterior, de rehabilitación, para obtener unos resultados más satisfactorios.

EMBARAZO Y PARTO

El embarazo y el postparto también son dos momentos en la vida de una mujer en los que debe tener extrema precaución con el suelo pélvico. Una buena preparación de la musculatura abdominal y perineal puede hacer que el momento de dar a luz sea más rápido y con menos complicaciones; asimismo se pueden evitar gran parte de las episiotomías (corte que el cirujano realiza en la vagina durante el parto para facilitar la salida del bebé) tonificando bien la musculatura  y realizando unos masajes perineales antes del parto.

BIBLIOGRAFÍA:

Imagen 1 | detusalud.com Imagen 2 | es.paperblog.com

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Síntomas dela incontinencia urinaria en ancianos practicantes dela actividad física. Virtuoso JF et al.
Incontinencia de orina en la mujer. Monserrat Espuña Pons
Revisión crochane 2008 http://www.updatesoftware.com/BCP/BCPGetDocument.asp?DocumentID=CD005654
Tu sexo es aún más tuyo. Sylvia de Béjar
Fisioterapia en Obstetricia y Uroginecologia. Carolina Walker
Validación de un cuestionario para el diagnóstico de la IU. Vila Coll et al http://www.elsevier.es/es/revistas/atencion-primaria-27/validacion-un-cuestionario-diagnostico-incontinencia-urinaria-14468-originales-1997
Prevalencia de incontinencia urinaria en la población mayor de 60 años atendida en atención primaria. Sánchez González R.et al.  http://www.elsevier.es/es/revistas/atencion-primaria-27/prevalencia-incontinencia-urinaria-poblacion-mayor-60-a%C3%B1os-13383-originales-breves-1999
Entrevista clínica y valoración funcional del suelo pélvico. Sandra Martínez Bustelo et al.
El papel de fisioterapeuta pélvico. B. Berghmans et al.
Patología del suelo pélvico. Gloria Lacima et al.
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