Como bien sabemos la obesidad o el sobrepeso es una enfermedad que afecta a 1.300 millones de personas en todo el mundo, según un informe reciente de la ONU. En España, la prevalencia de la obesidad o sobrepeso afectan en su conjunto al 56 por ciento de los adultos y al 77 por ciento de los niños y adolescentes. Por lo que es necesario combatir esta epidemia con todos los medios disponibles. En personas con obesidad severa muchas veces el ejercicio físico y una dieta equilibrada no son herramientas suficientes para combatirla, por lo que se hace necesario algún tipo de ayuda farmacológica. Sobre todo después de que La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) vaticinara que la población con problemas de sobrepeso aumentara en un 10% para 2020.

Por esta razón la compañía farmacéutica Arena Pharmaceuticals of San Diego ha estado trabajando 13 años en una pastilla para adelgazar, la que ha sido aprobada en EEUU, recientemente. Belviq, nombre comercial adquirido, ha conseguido el beneplácito de la Agencia de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA), después de que la misma agencia que rechazara su lanzamiento, en 2010. A consecuencia de efectos secundarios graves (tumores) en los animales en los que fue testada. Sin embargo, tras nuevos estudios ha sido demostrado que es apta para consumo humano, aunque tendremos que esperar a 2013 para que sea accesible al público.

Belviq es una nueva molécula denominada lorcaserina, que actúa sobre la serotonina 2c, activándola,  de manera que suprime los receptores del cerebro encargados del apetito y haciendo que quien la consuma se sienta «llena» con cantidades pequeñas de comida. Para lograr este efecto, el paciente deberá consumir dos pastillas diarias, por un máximo de 12 semanas y bajo control médico.

Así mismo, su uso va a ser restringido a personas con obesidad en el que el Índice de Masa Corporal (IMC) supere 30, o con sobrepeso, con un IMC de 27 o más si sufren un trastorno asociado como hipertensión, diabetes tipo 2 o alto colesterol. Los pacientes que consuman este fármaco podrán beneficiarse de una pérdida de peso de al menos un 5%, lo que ya se puede traducir en mejoras cardiovasculares, en una reducción de la tensión arterial o del perfil del perímetro de la cintura. Sin embargo, si esta pérdida no se produce en esas 12 semanas, la Administración de Alimentos y Drogas (AAD) de Estados Unidos recomienda parar su consumo. En cuanto a efectos secundarios la AAD describe como más frecuentes las cefaleas, mareos y náuseas

Debemos tener en cuenta de que este es un avance importante de la ciencia en contra de la obesidad y que en algunos casos puede llevar a mejoras significativas del paciente. Este medicamento puede cubrir una brecha abierta entre la dieta equilibrada, el ejercicio y la mejoría de la obesidad en algunos casos; aunque todavía es pronto para hablar. Sin embargo, puede ser que en casos de obesidad severa en los que una combinación adecuada de dieta equilibrada, con práctica de ejercicio físico y el consumo de este medicamento, se pueda evitar la operación bariátrica, considerada como el último recurso debido al riesgo que puede entrañar en el paciente.

De todas maneras debemos esperar a próximos estudios, seis en total, que Arena deberá llevar acabo después de la comercialización del fármaco. En ellos se analizaran más profundamente los efectos del consumo a largo plazo de este medicamento, por ejemplo en el corazón, y también podremos confirmar los efectos reales de esta pastilla.

 Fuente: www.salud.es

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