A todos nos gusta la idea de descansar de nuestros entrenamientos, actualmente en casi cualquier ciudad existe una gran oferta de instalaciones que se promocionan con las típicas ofertas spa o servicios de relax. En estas instalaciones además de las piscinas de diferentes temperaturas, los chorros de agua, o servicios relacionados con el masaje podemos encontrar 2 salas diferenciadas llamadas “sauna” y  “baño turco” o “haman”, como sabréis las dos utilizan calor, pero de diferente forma.

En el baño turco utiliza el vapor, el cual inunda la sala a una temperatura elevada, el resultado de este será que comencemos a sudar casi inmediatamente al entrar, lo cual nos beneficia, logrando una rápida expulsión de toxinas a través de nuestro sudor corporal. Este vapor nos ayudará a limpiar nuestros poros, con lo cual si quieres tener una piel limpia este será el lugar indicado para lograrlo.

En la “sauna seca” la temperatura oscila entre 70-80oC con una humedad en torno al 20%, mientras que en el baño turco el calor no supera los 50-60oC, pero la humedad se dispara hasta el 90%, lo cual hará que contrariamente a lo que popularmente se dice en esta última se sude menos.

Los beneficios del baño turco se centran especialmente en las vías respiratorias, su alta humedad proporciona grandes ventajas a enfermos pulmonares o pacientes asmáticos. El ambiente húmedo nos ayuda a expulsar la suciedad de las fosas nasales. (Destacar que el calor seco para personas asmáticas no es aconsejable).

Dejando esta introducción vamos a centrarnos en lo que realmente nos importa, ¿Cuáles son los beneficios de la sauna?, y ¿Cuáles son los beneficios del baño turco?

Además de la cualidad relajante que la sauna nos proporciona para combatir el estrés, esta tiene numerosos beneficios pasando desde la eliminación de la suciedad de los poros consiguiendo una piel más bonita, el cual podemos nombrar como el beneficio menos importante si observamos los siguientes:

  • Incrementa la circulación sanguínea, aumentando el ritmo cardíaco y la vasodilatación.
  • Elimina las toxinas por los poros de la piel, combatiendo incluso el colesterol.
  • Eliminación de metales pesados, así como sustancias relacionadas con algunos malos vicios como el tabaco o el alcohol.
  • Mejora la respiración, observando una mayor facilidad para respirar en pacientes con enfermedades respiratorias.
  • El calor nos ayuda a aliviar el dolor, especialmente en personas con lesiones osteo-musculares.
  • Y claramente, si eres deportista, es un elemento que nos ayudará a recuperar nuestros músculos después de hacer ejercicio.

Del mismo modo, muchos de estos beneficios son producto del calor, pero si nos metemos en un baño turco, además del calor debemos contar con los beneficios que nos proporciona su alto porcentaje de humedad en el ambiente. Entre sus ventajas encontramos:

  • Eliminación de toxinas e impurezas por la dilatación de los poros.
  • Mejora en resfriados, sinusitis, etc.
  • Mejora del sistema de intercambio de oxígeno y ventilación, lo cual se traduce en un menor tiempo de recuperación post-esfuerzo.
  • Alivia los síntomas de la menstruación.
  • Si la comparamos con la sauna seca, observamos que es menos estresante para el organismo, ya que en la sauna seca estamos expuestos a una temperatura muy elevada, y nos cuesta respirar, siendo este aire caliente y seco perjudicial para pacientes asmáticos.
  • Como ya hemos mencionado, para la limpieza del cutis, obtener una piel suave o para personas que tengan acné es ideal.

En definitiva, muchos beneficios de los cuales podemos aprovecharnos, pero no olvides que” no es oro todo lo que reluce”, tienes que tener unas precauciones y seguir las indicaciones que te dan en la instalación, habitualmente:

  • tiempo máximo de 12-15 min.
  • Precaución si eres una persona con hipotensión o tensión arterial baja.
  • Hidratarte constantemente.
  • No hables demasiado, y ni se te ocurra hacer ejercicio.
  • Si eres alguno de estos casos no la uses: embarazada, hipertensión, cardiopatía, varices.

No me gustaría terminar el artículo sin entrar un poco en detalle sobre ¿Quién debe tener precaución?. Muchos de estos spas o centros ahora incluidos en la filosofía del wellness relacionado con el bienestar y la relajación, nos prometen grandes beneficios como los ya mencionadas, pero no todo son ventajas, existe el riesgo en personas por ejemplo que tienen determinadas dolencias cardiovasculares, a los cuales se les desaconseja el uso habitual de las saunas, ya que el contraste de temperaturas, pasando de mucha calor (vasodilatación) a mucho frío (vasoconstricción) hará que su tensión arterial se eleve suponiendo un riesgo para su salud. Entre estas personas con riesgo podemos incluir las que hayan sufrido un ictus, inflamaciones venosas agudas, así como varices. Los cuales deben tener mucha precaución en estas instalaciones, no hace falta eliminarlas por completo, todos tenemos derecho a relajarnos y disfrutar de las instalaciones pero si no tenemos grandes alteraciones cardíacas podemos usarlas moderadamente, suavizando los tiempos que estamos en la sauna, y haciendo transiciones de temperatura suaves, sin pasar del calor extremo al frío polar, sino ascendiendo  o disminuyendo progresivamente la temperatura.

BIBLIOGRAFÍA

Imagen | ayurmantra

«Sauna: Pros y contras de los baños de vapor» larazon.es

2 comentarios

  • Juan dice:

    Hola, soy Juan, tengo en las piernas «insuficiencia venosa esencial», es el tramo más benigno de las varices, voy a la sauna dos veces por semana después de nadar y estoy 10 minutos, ¿ es desaconsejable?

Te ayudamos
!No te quedes con dudas!
Héctor TarríoWhatsApp
Héctor TarríoPhone