En los últimos 50 años la calidad del semen ha disminuido preocupantemente, debido a factores externos como el contacto diario con contaminantes así como un cambio en nuestros hábitos saludables, por ejemplo el consumo de alcohol o tabaco, aumentando los problemas reproductivos, paralelamente, la dieta, el ejercicio físico y las emociones son parámetros que afectan directamente a la fisiología del testículo. Las dietas pobres en frutas o verduras, insuficientes en antioxidantes naturales, el exceso de conservantes, de antioxidantes sintéticos (Amaral and Ramalho-Santos, 2009; Delbes et al., 2010), el exceso de cafeína (Jensen et al., 2010), entre otros, producen alteraciones hormonales que afectan a la fertilidad masculina. En consecuencia, una mala alimentación nos lleva directos a un aumento de la obesidad, lo cual se considera un factor asociado a la infertilidad masculina.
La semana pasada nos sorprendió un artículo que salía en prensa, que trataba de la calidad del semen en los hombre que hacían ejercicio [Los hombres que hacen ejercicio producen semen de mejor calidad] y por ello me he puesto a leer más sobre el tema.
Este nuevo estudio publicado en la revista European Journal of Applied Physiology, realizado por investigadores de la Universidad de Córdoba, sugiere que los hombres que practican ejercicio moderado poseen mejores niveles hormonales, consiguiendo que sus espermatozoides sean más sanos. Para ello se comparó una muestra de 31 hombres (algo limitada) divididos en sedentarios o activos, en donde se analizaron el volumen de eyaculado, el contaje espermático, la movilidad y la morfología de los espermatozoides.
En este estudio se llega a la conclusión de que los hombres físicamente activos son los que muestran los mejores valores seminológicos, ya que las gónadas de estos llevan un proceso espermatogénico más saludable.
En lo que si debemos hacer hincapié es en el hecho de que no todo ejercicio es beneficioso para conseguir espermatozoides de mejor calidad, hay un límite, en el cual los deportistas de élite no están incluidos. En un estudio publicado en 2010 se analizaron los parámetros seminales de deportistas de élite para compararlos con la de las personas físicamente activas (ejercicio moderado) y se observaron que estos tenían una calidad menor que los que realizaban ejercicio moderado, lo cual se puede explicar seguramente por las cargas de entrenamiento que los deportistas de élite tienen que soportar. El ejercicio constante y a elevados niveles puede provocar el descenso de la testosterona (Di et al., 2002) lo que induce la supresión endógena de la GnRh, la cual afecta al proceso de espermatogénesis (Safarinejad et al., 2009). Otro efecto del ejercicio de alto nivel es el estrés oxidativo que provoca un aumento de los niveles especiales reactivas de oxígeno (Tremellen, 2008; De Iuliis et al., 2009).
Siguiendo con el tema, me gustaría resaltar otros estudios que muestran la calidad del esperma de hombres con sobrepeso o normopeso. La obesidad y el sobrepeso además de tener un riesgo para la salud altera la fertilidad. Los hombres con sobrepeso son más propensos que los normopesos a tener un bajo nivel o incluso nula producción de espermatozoides.
En una recopilación de 14 estudios que se llevó a cabo en Francia se analizaron los datos de los 10.000 participantes, se observó que uno de cada cuatro tenían un nivel bajo de semen.
El doctor Sebastien Czernichow, del Hospital Ambroise Pare, Boulogne-Billancourt, llegó a la conclusión de que los hombres con sobrepeso eran un 11% más propensos que los normopesos a tener un nivel bajo de semen y además tienen un 29% más de riesgo de no producir espermatozoides. En cambio los obesos eran un 42% más propensos a tener un bajo nivel de semen y estaban un 81% más propensos a no producir espermatozoides (Archives of Internal Medicine).
Aun así podríamos pensar que si adelgazamos mejoraríamos la fertilidad masculina como se recomienda para las mujeres, pero no existe ningún estudio que lo corrobore. Lo que sí, podemos decir que el sobrepeso está asociado a una menor concentración y mortalidad de los espermatozoides.
Siguiendo con otro estudio, en este caso de menor magnitud, llevado a cabo por un centro de reproducción asistida que diariamente tienen que tratar con parejas con problemas para concebir a un hijo. Los 94 pacientes analizados en el estudio fueron divididos según su nivel de práctica deportiva en sedentarios, deportistas ocasionales y deportistas habituales, así mismo se ha tenido en cuenta su IMC, diferenciando entre normopeso, sobrepeso y obeso. El 74% de los considerados deportistas habituales eran considerados como normozoospérmicos, en cambio este porcentaje disminuía para los deportistas ocasionales: 48% y sedentarios: 61%.
Los deportistas habituales tienen aumentados el volumen de eyaculado, la concentración de espermatozoides y la movilidad espermática.
En el análisis se observó una disminución de la concentración de espermatozoides y el recuento de espermatozoides móviles a medida que aumenta el IMC. El 64% de los pacientes de peso normal fueron diagnosticados como normozooespérmicos, mientras que solo el 53% y el 52% de pacientes preobesos o con obesidad grado I.
[stextbox id=»alert» bgcolor=»44bbd9″]Los valores de referencia espermática (definidos por la OMS) ha ido disminuyendo de forma significativa en los últimos años, siendo los valores normales actuales de 15 millones/c.c. pero en 1986 eran 60 millones/c.c. y en 1992; 20 millones/c.c. Esto puede ser por las razones que enumeramos al comienzo del artículo.[/stextbox]
El estudio concluye en que unos hábitos de actividad física moderada y frecuente repercute de forma positiva en la calidad seminal. Además la obesidad muestra los datos que confirman las conclusiones de autores como (Kort et al., 2006, Nguyen et al., 2007, Cabler et al., 2010) los cuales afirmaron que la obesidad está relacionada con la disminución de los niveles de testosterona, afectando así a la fertilidad. Y en individuos con alto grado de obesidad, se produce además una acumulación de grasa en zonas próximas a los testículos que pueden producir un aumento de la temperatura, reduciendo la calidad seminal (Cabler et al., 2010), así mismo estos individuos obesos suelen tener una dieta pobre en elementos esenciales como el Zinc o ácido fólico, el cual está relacionado con defectos en la espermatogénesis aumentando el estrés oxidativo.
Espero que toda esta información os ayude para tener claro que nuestros hábitos nos están dificultando la reproducción, disminuyendo la calidad de los espermatozoides y descendiendo año a año los valores de referencia espermática normal. Haz ejercicio, aliméntate bien y sigue todos los consejos que damos al inicio del artículo.
BIBLIOGRAFIA
Diana Vaamonde, Marzo Edir Da Silva-Grigoletto, Juan Manuel García-Manso, Natalibeth Barrera, Ricardo Vaamonde-Lemos. “Physically active men show better semen parameters and hormone values than sedentary men”. Eur J Appl Physiol 112:3267–3273, 2012. DOI 10.1007/s00421-011-2304-6
“El sobrepeso afectaría la producción de semen” INTRAMED
Marta Campos Guarnizo, Elena Delgado Niebla, Sara Morgado García, Mª Rosario Gonzáles Roncero, Juan Gordillo Gonzálvez de Miranda, José De Julián y Fernández de Velasco, Raquel Tarazona Lafarga, Javier García Casado “Influencia del ejercicio físico y el índice de masa corporal sobre la calidad espermática: análisis en pacientes de reproducción asistida” ASEBIR, ISSN-e 1136-4424, Vol. 16, Nº. 1 (VI Congreso de Girona), 2011 , págs. 25-34 DIALNET
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