¿Qué es una Prueba de Esfuerzo con consumo de oxígeno?
Una prueba de esfuerzo convencional consiste en la realización de un esfuerzo físico, generalmente a través de una cinta sin fin o una bicicleta, controlando el comportamiento cardiovascular con el esfuerzo, midiendo continuamente la actividad electrocardiográfica, las modificaciones de la tensión arterial (TA) y la respuesta clínica del paciente.
La prueba de esfuerzo con consumo de oxígeno, también conocida como ergoespirometría, nos permite conocer la relación entre los aparatos respiratorio, cardiovascular y sanguíneo, realizando una prueba de esfuerzo convencional asociando un analizador de gases, que valora el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono. Su principal virtud es que mide de forma directa todos los parámetros que evalúa.
¿Cómo se realizan las pruebas de esfuerzo?
Las pruebas de esfuerzo deben ser realizadas con el control de un médico especialista en Cardiología o en Medicina del Deporte. Generalmente se utilizan cicloergómetros (simulación del ciclismo) o tapices rodantes (simulación de la carrera a pie). También existen ergómetros que simulan la remada, el nado e incluso el esquí de fondo o el patinaje.
El aparataje que supone la toma directa de los valores, implica que dichas pruebas deban realizarse en un entorno adecuado. No obstante, en los últimos años se están validando protocolos en los que el sujeto realiza el test en una pista de atletismo o en un velódromo. Este importante avance en la especificidad del protocolo ha sido gracias al avance tecnológico, ya que actualmente se puede contar con analizadores de gases portátiles y transmisores de información inalámbricos de gran potencia.
Existen distintos protocolos para la realización de la prueba de esfuerzo, con o sin analizados del consumo de oxígeno. Todos los protocolos coinciden en que la prueba comienza con una carga relativamente suave, para ir incrementando dicha carga progresivamente hasta que el sujeto no es capaz de responder a la exigencia externa que se le solicita. Los protocolos pueden ser de carga continua o de carga discontinua. Los protocolos de carga discontinua se caracterizan por incluir descansos entre escalón y escalón del aumento progresivo de la carga. En estos descansos se aprovecha para tomar muestras de lactato y presión arterial. No todas las pruebas de esfuerzo incluyen estos parámetros.
Los protocolos más comúnmente utilizado para la realización de la prueba de esfuerzo convencional son el protocolo de Bruce y el protocolo de Naughton. Permiten tanto en pacientes cardiópatas, como en individuos sanos, descartar la presencia de enfermedad coronaria, valorar la clase funcional y estimar la probabilidad de sufrir un evento coronario en los próximos años. Consisten en caminar, aumentado progresivamente la velocidad y la inclinación de la cinta, pero siempre sin correr, únicamente caminando. Los protocolos utilizados en las ergoespirometría son más variables y dependen del nivel de entrenamiento del deportista
¿Qué datos se obtienen de una prueba de esfuerzo?
Como parámetros fundamentales que son medibles en una prueba de esfuerzo, los más relevantes serán:
- Consumo de oxígeno (VO2) en ml/kg/min o en l/min
- Frecuencia cardiaca (FC) en pul/min y TA
- Potencia (Pot) en watios (W) en el caso del cicloergómetro
- Velocidad (Vel) en km/h en el caso del tapiz rodante
Otros parámetros también interesantes, aunque no tan útiles para el control del entrenamiento serán:
- Concentración de lactato (Lact) en sangre en mmol/l
- Producción de dióxido de carbono (VCO2) en l/min
- Cociente respiratorio (RER) entre el VO2 y el VCO2
- Pulso de oxígeno (VO2/FC) en ml/lat
- Ventilación pulmonar (VE)
- Ritmo Respiratorio (RR) en rep/min
Todos estos parámetros, e incluso otros más, dependiendo del protocolo y de la tecnología utilizada, son recogidos constantemente a lo largo de la prueba. Finalizada la misma, los datos son analizados y se establecen unas “zonas de entrenamiento”, delimitadas por el umbral aeróbico, el umbral anaeróbico y el consumo máximo de oxígeno (VO2máx)
¿Cómo interpretar de manera práctica los datos obtenidos en una ergoespirometría?
Generalmente los umbrales localizados en una prueba de esfuerzo han sido obtenidos por parámetros ventilatorios o lactacidémicos. Los parámetros ventilatorios son quizás más fiables, y no precisan al análisis sanguíneo, que complica la realización de prueba y la infraestructura para realizarla.
El umbral anaeróbico nos indica el VO2máx a partir del cual el deportista podrá seguir aumentando la carga externa aunque a costa de involucrar en mayor media a vías energéticas anaeróbicas. La prueba de esfuerzo nos indicarán cuál es el VO2máx del deportista. A dicho VO2máx le corresponderá una FC y una potencia de pedaleo o una velocidad de desplazamiento.
Estos serán los datos más útiles para el control del entrenamiento, ya que el deportista no sale a la carretera con un analizador de gases portátil en la mochila, o con un analizador de lactato en el bolsillo. Aunque la FC se comporta como un parámetro altamente variable, es el más fácil de medir durante el entrenamiento.
Igual que en la prueba nos indicaba la FC y la Potencia o la Velocidad que corresponde a nuestro VO2máx, nos indicará la FC y la Potencia o la Velocidad que corresponde a nuestro Umbral Anaeróbico.
Estos datos nos permiten valorar nuestra preparación y cuales con las posibilidades reales en el deporte que realizamos. El indicador fundamental que nos delimitará nuestras posibilidades será el VO2máx. El VO2máx corresponde a la capacidad máxima del deportista para coger oxígeno del aire y llevarlo hasta los músculos para su utilización. Será por tanto un parámetro fundamental en el rendimiento deportivo de una especialidad de larga duración como el triatlón, el ciclismo o los corredores de fondo. El VO2máx viene, en gran medida, determinado genéticamente; y aunque podremos mejorarlo con el entrenamiento, el margen no irá más allá de un 15-20%.
Un sujeto “normal” tendrá un VO2máx del 45ml/kg/min aproximadamente, mientras que un deportista de fondo a nivel medio estará su VO2máx en 55-65ml/kg/min. No es claro si este mayor consumo de oxígeno es debido a la práctica regular de ejercicio aeróbico desde la infancia, o simplemente que sus cualidades genéticas le han llevado a escoger aquella modalidad deportiva para la que está mejor capacitado. Un triatleta de élite alcanza frecuentemente niveles cercanos a 80ml/kg/min.
El valor del VO2máx cambia ligeramente de las pruebas realizadas en cicloergómetro a las pruebas en tapiz rodante. Suele ser más alto en el tapiz rodante por implicar una mayor musculatura en demanda de oxígeno con la actividad de carrera a pie.
El umbral anaeróbico (AT) se define como la zona de carga en la cual la producción de ácido láctico es superior a la capacidad del organismo para su eliminación o resíntesis. Cuando trabajamos en una intensidad inferior al AT, la fatiga aparecerá por el vaciamiento de las reservas energéticas, lo cual puede alargar mucho la duración del ejercicio. Cuando superamos esta zona de AT, la fatiga viene provocada por la acumulación de ácido láctico y el final del ejercicio no estará muy lejos si se continúa a esta intensidad. Así, el deportista que sea capaz de desplazarse a una mayor velocidad sin superar el AT, tendrá la capacidad de mantener esta velocidad durante mayor tiempo. Es decir, cuando dos triatletas corren a 20km/h, uno de ellos puede estar acumulando ácido láctico, mientras el otro todavía no ha superado su umbral anaeróbico.
El VO2 en umbral anaeróbico suele encontrarse en torno al 80% del VO2máx. y gracias al entrenamiento puede aumentarse hasta el 90 o incluso al 95% del VO2máx. Si en nuestra prueba de esfuerzo al comienzo de la temporada encontramos el AT al 82% del VO2máx, es un indicador de que debemos entrenar a esta intensidad para seguir mejorándolo, y que además tenemos un amplio margen de mejora. Si por el contrario hemos realizado la prueba de esfuerzo una semana antes de la competición más importante, y el AT está al 82%, es un claro indicador de que nuestro nivel de condición física no es el óptimo para afrontar la competición.
Volviendo con un ejemplo entre dos triatletas. «El triatleta A tiene un VO2máx de 65ml/kg/min moviendo 400W y su AT al 80% del VO2máx (52ml/kg/min) moviendo 320W. El triatleta B tiene un VO2máx de 60ml/kg/min moviendo 390W y su AT al 90% (54ml/kg/min) moviendo 350W». Como podemos comprobar en este ejemplo, el triatleta A tendría mejores condiciones para la práctica del triatlón, pero con su deficiente preparación tendría peores resultados en una competición de las características del triatlón (más de una hora de duración).
Muchos deportistas tienen la duda de si su FC es alta o baja, y qué es lo mejor. La FC, además de ser muy variable en cada situación, es un parámetro muy personal de cada deportista. La fórmula extendida de FCmáx=220-edad, no es válida cuando estamos hablando de mediciones tan precisas como las de una prueba de esfuerzo y con poblaciones tan particulares como los deportistas de fondo. La tendencia con el entrenamiento aeróbico es que la FCmáx tienda a disminuir, ya que el corazón prefiere aumentar el Gasto Cardiaco (sangre necesaria para cubrir las demandas del organismo) mejorando el Volumen Sistólico (cantidad de sangre expulsada del corazón en cada latido) antes que aumentando la FC. No obstante, el deportista que sea capaz de alcanzar una FC más alta, también tendrá mayor margen a la hora de aportar grandes cantidades de oxígeno a los músculos activos. En resumen, no hay una norma fija, y triatletas de alto nivel presentan FC por encima de las 220pul/min, y otros triatletas del mismo nivel no superan nunca las 190pul/min.
Los datos que se obtienen en la ergoespirometría se exponen a través de las Curvas de Wasermann, que son las curvas que se dibujan en la relaciones entre los distintos parámetros analizados.
Para concluir, la ergoespirometría es una herramienta de gran utilidad en la evaluación de la situación funcional, condición física, detección de enfermedad cardiovascular y valoración del nivel de entrenamiento, tanto en deportistas aficionados, como federados. La integración de los múltiples datos aportados por la prueba, con los datos clínicos del deportista, momento de la temporada, tipo de deporte realizado, etc… nos dará información de gran valía que nos permitirá realizar deporte de manera segura y planificar la temporada competitiva, si este es el caso.
AGRADECIMIENTOS:
Imagen 1 | diremcova
La primera vez que indica «Umbral anaeróbico» se refiere a «Umbral aeróbico»