La anterior entrada “introducción al entrenamiento oclusivo para hipertrofia muscular” fue la carta de presentación para esta nueva tendencia de entrenamiento, en la cual tratamos aspectos generales como ¿qué es?, ¿qué genera?, ¿cuáles son los mecanismos de intervención?, ¿cuál es la metodología?, su seguridad y aplicación de futuro. Atendiendo en concreto a esta última, la siguiente entrada tratará sobre la aplicación del método desde de la perspectiva del fitness y la rehabilitación.

¿Con qué fin podemos utilizarlo?

Preservar la masa muscular durante un período de inmovilización o desuso: ya sea por el motivo de una lesión, una persona que esté escayolada o encamada podría preservar de forma más efectiva la masa muscular generando oclusión de forma intermitente en la extremidad escayolada, si fuera el caso, con respecto a una persona que no haga oclusión. Mediante la restricción del flujo sanguíneo se es capaz de disminuir la atrofia muscular.

Recuperar la masa muscular tras un período de inmovilización o desuso: tras estar encamado o inmovilizado, siguiendo el ejemplo de la escayola, se es capaz de mejorar la masa muscular durante un tiempo de rehabilitación con el entrenamiento oclusivo.

Producir hipertrofia muscular y mejora de la fuerza en musculatura sana: en el caso de una población sana (deportistas y sedentarios), se puede producir hipertrofia a través de la oclusión.

El entrenamiento de baja intensidad con número alto de repeticiones en oclusión produce mayor hipertrofia que el entrenamiento de baja intensidad con número alto de repeticiones sin oclusión. (Takarada et al., 2002; Takarada et al., 2004; Loenneke y Pujol, 2009).

Expuesto lo anterior, bajo mi punto de vista sin entrar todavía en cuestiones de seguridad en su aplicación, el entrenamiento oclusivo se está posicionando en una de las futuras estrategias de entrenamiento para el aumento de masa muscular por las adaptaciones que genera siendo un método que se realiza a baja intensidad suponiendo un estrés mecánico reducido.

Estamos hablando de inducir hipertrofia muscular en poblaciones que no son capaces de soportar el estrés mecánico y cardiovascular que supone el entrenamiento tradicional para la ganancia de músculo (personas mayores, personas en períodos de rehabilitación, personas con algún tipo de inmovilización). Una nueva metodología para contrarrestar la sarcopenia y en menor medida la dinapenia (por la diferente cronología de adaptaciones con respecto al entrenamiento de alta intensidad) en poblaciones que tienen un impedimento para entrenar con elevada intensidad.

Ante esta alternativa para la ganancia muscular, me vienen a la cabeza actividades diarias que podrían ir acompañadas de una oclusión durante un tiempo determinado como salir a hacer marcha o desplazarse en bicicleta  con la restricción del flujo sanguíneo aplicada a la parte proximal de los muslos favoreciendo así preservar y aumentar el tejido muscular, especialmente en los miembros inferiores, a baja intensidad.

Entrenamiento isotónico en oclusión

El entrenamiento con isquemia tisular parece mostrar un comportamiento diferente de adaptación con respecto al entrenamiento isotónico de alta intensidad. Sale (1988) describió que el aumento de fuerza tras 4 semanas de entrenamiento isotónico de alta intensidad era principalmente de origen neurológico y que las adaptaciones estructurales sucedían más adelante. Abe et al (2005) describieron un aumento del área de sección trasversal anatómica de la sección media del muslo tras 2 semanas de entrenamiento oclusivo a intensidad 20% de 1RM, una cronología diferente.

No se descarta la participación de procesos inflamatorios o edematosos en el aumento del área de sección trasversal pasada sólo 2 semanas dejando abierta la posibilidad de que dicho incremento no sea únicamente del área de sección trasversal fisiológica ni fibrilar. No son pocos los trabajos que evidencian que el entrenamiento en oclusión genera un aumento del área de sección trasversal (Takarada et al., 2002; Takarada et al., 2004; Abe et al., 2005; Madarame et al., 2008).

Tratándose este apartado del entrenamiento isotónico, comparemos el tradicional con el oclusivo. ¿Genera mayor hipertrofia el entrenamiento en oclusión que el tradicional de alta intensidad? Parece ser que solamente se ha realizado un estudio para atribuir una respuesta a esta pregunta. Kubo et al 2006, compararon los efectos de un entrenamiento de alta intensidad (80% de 1RM) con los de un entrenamiento de baja intensidad en isquemia (20% de 1RM) durante 12 semanas y no apreciaron diferencias significativas en el aumento del área de sección trasversal entre ambos. Cabe la posibilidad de que intervengan, en el segundo método de entrenamiento, los procesos inflamatorios mencionados anteriormente.

Laurentino et al (2008) investigaron los efectos del entrenamiento de alta intensidad con y sin oclusión y determinaron que el de alta intensidad con oclusión no es más efectivo que el de alta intensidad sin oclusión. El motivo de este hecho, como explicaron, se debe a que la elevada tensión muscular inducida por el entrenamiento tradicional podría llegar a producir un nivel de oclusión similar al que aplica la cincha (elemento para realizar la oclusión).

Entrenamiento cardiovascular en oclusión

También, como el isotónico, el entrenamiento cardiovascular se ha combinado con isquemia. Se han llevado a cabo trabajos, que considerando las intensidades sobre las que se realizan las actividades diarias, han evidenciado aumentos del área de sección trasversal en sujetos que realizaban marcha a una velocidad de 3 km/h y 4km/h en oclusión (parte proximal del muslo) durante 3 semanas con respecto a sujetos con la misma dosis de entrenamiento pero sin oclusión (Abe et al., 2006; Abe et al., 2010). Aumentos del 5,4% y 5,8% respectivamente frente al grupo control.

En otro estudio, el grupo de Abe (2010) registró un aumento siguiendo un entrenamiento compuesto por un ejercicio de pedaleo en oclusión (parte proximal del muslo) al 40% de VO2máx durante 8 semanas con una frecuencia de 3 días por semana. Se registró un aumento del área de sección trasversal en un 3,4% y el volumen del cuádriceps en un 5,1% frente al grupo control (misma dosis, sin oclusión) que no mostró cambios significativos.

BIBLIOGRAFIA

[spoiler]Abe T, Kearns CF, Sato Y. Muscle size and strength are increased following walk training with restricted venous blood flow from the leg muscle, Kaatsu- walk training. J Appl Physiol. 2006;100:1460-6.

Abe T, Sakamaki M, Fujita S, Ozaki H, Sugaya M, Sato Y, et al. Effects of lowintensity walk training with restricted leg blood flow on muscle strength and aerobic capacity in older adults. J Geriatr Phys Ther. 2010;33:34-40.

Abe T, Yasuda T, Midorikawa T, Sato Y, Kearns CF, Inoue K, et al. Skeletal muscle size and circulating IGF-1 are increased after two weeks of daily “KAATSU” resistance training. Int J Kaatsu Training Res. 2005;1:6-12.

Kubo K, Komuro T, Ishiguro N, Tsunoda N, Sato Y, Ishii N, et al. Effects of low-load resistance training with vascular occlusion on the mechanical properties of muscle and tendon. J Appl Biomech. 2006;22:112-9.

Laurentino G, Ugrinowitsch C, Aihara AY, Fernandes AR, Parcell AC, Ricard M, et al. Effects of strength training and vascular occlusion. Int J Sports Med. 2008;29:664-7.

Loenneke JP, Pujol TJ. The use of occlusion training to produce muscle hypertrophy. Strength Cond J. 2009;31:77-84.

Madarame H, Neya M, Ochi E, Nakazato K, Sato Y, Ishii N. Cross-transfer effects of resistance training with blood flow restriction. Med Sci Sports Exerc. 2008;40:258-63.

Sale DG. Neural adaptation to resistance training. Med Sci Sports Exerc. 1988;20(5 Suppl):S135-45.

Takarada Y, Sato Y, Ishii N. Effects of resistance exercise combined with vascular occlusion on muscle function in athletes. Eur J Appl Physiol. 2002;86:308-14

Takarada Y, Tsuruta T, Ishii N. Cooperative effects of exercise and occlusive stimuli on muscular function in low-intensity resistance exercise with moderate vascular occlusion. Jpn J Physiol. 2004;54:585-92.[/spoiler]

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