El efecto acumulativo del entrenamiento a largo plazo es el factor principal que determina el éxito del deportista. Puede ser definido como los cambios que se producen en las capacidades fisiológicas y el nivel de habilidad física/técnica que resulta de la preparación atlética de largo plazo.
Este efecto acumulativo, se puede reflejar en dos grupos de indicadores:
- Variables fisiológicas y bioquímicas, las cuales caracterizan los cambios de la capacidad física del deportista.
- Variables de las capacidades específicas del deporte y del rendimiento deportivo, las cuales caracterizan los cambios del estado de forma deportiva de los deportistas.
Claramente los efectos acumulativos del entrenamiento estarán fuertemente influidos por las cargas que apliquemos, teniendo que ser estas adecuadas al objetivo que perseguimos, como es lógico.
Los cambios más pronunciados se pueden obtener en las capacidades aeróbicas, concretamente, el entrenamiento de resistencia a largo plazo puede provocar un aumento de las enzimas aeróbicas hasta de un 230% (Volkov, 1986) De igual modo, la cantidad de mitocondrias, el contenido de mioglobina y la capilarización muscular aumentan drásticamente. Por eso mismo, el consumo máximo de oxígeno se puede mejorar extraordinariamente, (aunque estudios científicos demuestran que esta medida está fuertemente controlada por la herencia).
Por otro lado las características del metabolismo anaeróbico pueden mejorar en menor medida. Esto se aplica tanto a enzimas anaeróbicas y particularmente al lactato sanguíneo máximo, cuyo aumento es relativamente pequeño aunque nuestro entrenamiento sea muy intenso.
El almacenamiento del creatinfosfato es un factor importante de la capacidad de velocidad máxima, y este se ve ligeramente mejorado como resultado de un entrenamiento de resistencia (aproximadamente 12%), pero puede aumentar mucho mediante un entrenamiento de sprint (hasta 42%).
El efecto a largo plazo del entrenamiento durante muchos años, además de los datos mostrados anteriormente, se observa como la masa muscular aumenta entre un 10-40%, dependiendo del sexo, en donde las diferencias de ganancia de masa muscular son claras. Se puede aumentar el tamaño de fibras musculares en la misma proporción, sin embargo, el crecimiento de las fibras de contracción rápida y lenta es diferente; las fibras de contracción rápida tienen mayor hipertrofia que las de contracción lenta (Thorstensson, 1988)
Todos estos efectos acumulativos a largo plazo por un entrenamiento repetitivo y constante varía en función de las capacidades individuales del deportista y la edad del mismo. Grandes futbolistas del máximo nivel no registraron ningún progreso en sus capacidades fisiológicas a pesar de su intensa preparación, pero en cambio deportistas jóvenes con menos experiencia mejoraron considerablemente sus funciones fisiológicas y obtuvieron efectos acumulativos del entrenamiento más favorables. Esto hace pensar que los deportistas de élite de cierta edad alcancen una meseta en sus capacidades fisiológicas y continúen su preparación cerca del máximo de sus límites. (Da Silva et al, 2001) Es por eso que los deportistas jóvenes y menos experimentados son los que pueden responder de forma más eficaz al estímulo del entrenamiento. (Hegerud et al. 2001)
El aumento de la fuerza máxima se ve afectado por dos factores generales: mejora de los mecanismos neurales del control muscular e hipertrofia muscular. Estos dos factores contribuyen al efecto acumulativo del entrenamiento de fuerza, y difiere enormemente entre deportistas experimentados y principiantes. Estos últimos, pueden mejorar sus niveles de fuerza máxima con relativa rapidez gracias a la mejora de los mecanismos neurales, o con el simple aprendizaje de la técnica, en cambio los experimentados mejorarán su fuerza a expensas de la hipertrofia muscular (Klausen, 1991)
El efecto acumulativo del entrenamiento de fuerza explosiva, al ser una capacidad que depende de la fuerza máxima (la cual se puede incrementar), pero también depende de la velocidad máxima, cuya mejora está limitada, por eso mismo la mejora de la fuerza máxima explosiva es menor que la de la fuerza máxima, pero mayor que la de la velocidad máxima.
A pesar de hablar de ganancias a largo plazo, la ganancia promedio del rendimiento de los deportistas adultos de élite están dentro de un estrecho intervalo del 1-1,07%. Los deportistas mayores como ya hemos comentado, alcanzan su límite biológico a lo largo de una carrera deportiva extensa, cuando se hace imposible un progreso superior, aunque claramente estos no deben interrumpir su preparación y pueden mantener unos niveles muy elevados de rendimiento durante un tiempo prolongado.
El problema radica en evaluar todos los deportes, posiblemente los deportes como halterofilia donde las cargas y resistencias se pueden cuantificar a la perfección serán los deportes donde podamos observar este efecto acumulativo y donde está su límite, pero en cambio otros deportes serán mucho más difíciles de evaluar.
Para finalizar comentar que debemos evitar en la medida de lo posible las interrupciones del entrenamiento. Habitualmente, las lesiones, y enfermedades hacen que nuestra progresión y efecto acumulativo del entrenamiento decrezca, pero al mismo tiempo también las desmotivaciones, la fuerza de voluntad causan el mismo efecto, lo cual puede ser un hándicap para el fracaso deportivo.
BIBLIOGRAFÍA
Issurin, V. (2012) Entrenamiento deportivo, Periodización en bloques
Navarro, F. Modelos de planificación según el deportista y el deporte efdeportes
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