Cuando tratamos de promover una estabilización corporal y control motor óptimos, podríamos decir que en muchas ocasiones no se le presta demasiada atención a la musculatura intrínseca del pie, pasando por alto la tremenda importancia que tienen estos músculos. Estos son los encargados de controlar la disipación de fuerzas que generamos al impactar contra el suelo y estabilizar el pie durante este impacto.
Anatomía y funcionalidad
Dicho esto, vamos a conocer un poco más en profundidad la anatomía y función de esta musculatura tan importante.
La musculatura intrínseca del pie está dispuesta en cuatro capas, estos están inervados por el nervio tibial. Una primera capa, está formada por el abductor del dedo gordo (“abductor hallucis”, presente en numerosas publicaciones), el flexor corto de los dedos y el abductor del dedo meñique. La segunda capa incluye el cuadrado plantar (flexor accesorio de los cuatro dedos laterales) y lumbricales (accesorios a los tendones del flexor largo de los dedos). La tercera capa está constituida por el vientre transversal y oblicuo del aductor del dedo gordo, el flexor corto del dedo gordo y el flexor corto del meñique. La cuarta capa la forman os músculos interóseos.
La musculatura intrínseca, a diferencia de los músculos extrínsecos, abarcan únicamente el pie sin intervenir en el tobillo.
Su principal función es proporcionar soporte dinámico al arco longitudinal medial del pie y controlar las fuerzas que actúan sobre él al caminar, correr o saltar.
El arco longitudinal medial del pie, está constituido por el calcáneo, astrágalo, escafoides, cuboides, tres cuneiformes y los tres primeros metatarsianos. Muchas veces vemos a estos huesos como estructuras fijas, sin embargo, durante la absorción y generación de fuerzas del pie contra el suelo, estas estructuras son capaces de realizar movimientos de rotación, flexión y extensión. Por lo tanto, junto con la musculatura intrínseca del pie, contribuyen al control estático y dinámico del arco longitudinal medial.
Problemas y posibles soluciones
Cuando existe debilidad de la musculatura intrínseca del pie, es muy posible que surjan problemas a nivel del pie y/o tobillo como puede ser la temida fascitis plantar, pequeñas deformidades en los dedos o los conocidos juanetes. Debemos saber que el desequilibrio en estos músculos no se trata de algo aislado, sino que va a suponer unas posibles compensaciones a nivel de la rodilla (valgo), cadera y columna vertebral (escoliosis).
Ahora que ya sabemos esto, debemos ser capaces de evaluar y reconocer este posible problema. Aquí es cuando nos viene a la mente la imagen del pie plano y sus posibles consecuencias. Además de las personas con este evidente problema, debemos tener en cuenta que los individuos con un arco plantar alto o normal no están exentos de padecer determinadas patologías como fascitis plantar, tendinopatía aquilea, síndrome de estrés medial de la tibia, fracturas por estrés, etc. Por lo tanto, es muy importante tener en cuenta y mejorar la habilidad de la musculatura del pie para controlar el arco longitudinal medial ante la aplicación y generación de fuerzas contra el suelo. Ya no nos vale tan sólo con evaluar el pie de forma estática, debemos ver cómo actúa en movimiento. A la hora de hacer la valoración, se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:
- Hundimiento excesivo del arco longitudinal medial o la pronación del pie durante la elevación del talón.
- Eversión del pie.
- Colapso en valgo de la rodilla
- Percepción de que el pie permanece en contacto con el suelo demasiado tiempo.
- Percibir cualquier movimiento anormal del pie de derecha a izquierda.
Una vez realizada la valoración (también debemos realizar otros test para evaluar de forma estática), si observamos alguno de los aspectos mencionados anteriormente, debemos llevar a cabo determinados ejercicios para tratar de corregirlo.
Ejercicios corrrectivos
En relación con el trabajo correctivo, se habla mucho del término “Short foot”. Este consiste en tratar de comprimir el arco plantar como si quisiéramos acercar el talón y los dedos, manteniendo estos en contacto con el suelo y evitando la flexión de los dedos. Es muy aconsejable combinar este tipo de ejercicio con un trabajo previo de movilización y trabajo miofascial del pie. Es muy posible que en un primer momento se necesite ayuda externa para que el individuo sea consciente del trabajo que tienen que hacer la musculatura interna del pie. A partir de aquí seguiremos una progresión hasta poder integrarlos en determinadas actividades como por ejemplo el ejercicio de sentadilla.
Existen diversos estudios que muestran que ejercicios y formas de trabajar son más efectivas para re-establecer el control de los músculos intrínsecos del pie. Jung, Do-Young et al. (2011), comparan la actividad eléctrica del abductor del dedo gordo y del ángulo del arco longitudinal medial durante ejercicios de flexión de los dedos y “short foot” en sedestación y en apoyo monopodal en bipedestación. La actividad del abductor fue mayor para “short foot” en ambas posiciones. Para los ejercicios “short foot” la actividad fue mayor de pie que sentado.
Además de esto, Hyo-Jin Heo et al. (2014), mostraron una mayor efectividad en el fortalecimiento del abductor del dedo gordo durante el “short foot” en la posición de dorsiflexión de tobillo.
Moon-Hwan Kima et al. (2013), comparan la actividad del abductor y aductor del dedo gordo entre los ejercicios “short foot” y extensión de los dedos (“toe-spread-out”) en individuos con pie valgo. Estos concluyeron que existía una mayor activación del abductor del dedo gordo en el ejercicio de extensión de los dedos que en el “short foot”, además, no se apreció diferencia de activación entre ambos ejercicios para el aductor del dedo gordo. En relación con el ejercicio “toe-spread-out”, se concluyeron mayores beneficios al realizarlo de pie que sentado (Young-Mi Goo et al., 2014).
Scott K. Lynn et al. (2012), concluyeron que el ejercicio “short foot” es más efectivo en la activación de la musculatura intrínseca del pie que el “towel grabbing” (agarrar una toalla con los dedos de los pies) Drewes et al. (2011), observaron beneficios del ejercicio short foot en individuos con inestabilidad de tobillo.
BIBLIOGRAFÍA
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– Jung, Do-Young Kim, Moon-Hwan Koh, Eun-Kyung Kwon, Oh-Yun Cynn, Heon-Seock
Lee, Won-Hwee. (2011). “A comparison in the muscle activity of the abductor hallucis and the medial longitudinal arch angle during toe curl and short foot exercises.” Physical Therapy in Sport, Vol. 12 Issue 1, p30 6p
– Moon-Hwan Kim, Oh-Yun Kwon, Si-Hyun Kim and Do-Young Jung. (2013). “Comparison of muscle activities of abductor hallucis and adductor hallucis between the short foot and toe-spread-out exercises in subjects with mild hallux valgus”. Journal of Back and Musculoskeletal Rehabilitation 26 163–168 163
– Scott K. Lynn, Ricardo A. Padilla, and Kavin K.W. Tsang. (2012). “Differences in Static- and Dynamic-Balance Task Performance After 4 Weeks of Intrinsic-Foot-Muscle Training: The Short-Foot Exercise Versus the Towel-Curl Exercise” Journal of Sport Rehabilitation, 21, 327-333
– Do-Young Jung, Eun-Kyung Koh and Oh-Yun Kwon. (2011). “Effect of foot orthoses and short-foot exercise on the cross-sectional area of the abductor hallucis muscle in subjects with pes planus: A randomized controlled trial” Journal of Back and Musculoskeletal Rehabilitation 24 225–231.
– Drewes, Lindsay K., U Virginia, US. (2011). “Effects of rehabilitation incorporating short foot exercises on functional outcomes for chronic ankle instability.” Dissertation Abstracts International: Section B: The Sciences and Engineering, Vol 72(5-B), pp. 2742.
– Young-Mi Goo, Hyo-Jin Heo, Duk-Hyun An. (2014). “EMG Activity of the Abductor Hallucis Muscle during Foot Arch Exercises Using Different Weight Bearing Postures” J. Phys. Ther. Sci. 26: 1635–1636
– Dong-chul Moon, Kyoung Kim, Su-kyoung Lee. (2014). “Immediate Effect of Short-foot Exercise on DynamicBalance of Subjects with Excessively Pronated Feet” J. Phys. Ther. Sci. 26: 117–119
– Hyo-Jin Heo, Duk-Hyun An. (2014). “The Effect of an Inclined Ankle on the Activation of the Abductor Hallucis Muscle during Short Foot Exercise” J. Phys. Ther. Sci. 26: 619–620
– Nicole Nelson. (2013). “Reclaiming Functional Feet: The Janda Short Foot Exercise” Massage Today, Vol. 13, Issue 04
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Hola,
Me encanta el punto de vista mostrado en el artículo, la verdad es que visito mucho esta web y se la recomiendo a todos mis amigos por la cantidad de temas tratados.
Seguid así chicos!!
Muchas gracias David. Estos comentarios son los que día a día nos hacen seguir esforzándonos para divulgar información y conocimiento.
Un fuerte abrazo!!
Interesante propuesta, aunque no se le debe dar la responsabilidad total a los intrinsecos del pie, en cuanto a la disposición mecánica del tobillo, rodilla y/o cadera. De igual forma no se puede dejar a un lado la importancia de los extrinsecos del pie, en cuanto a estabilidad de tobillo, sobretodo porque entre los intrinsecos y extrinsecos del pie, los que tienen mejor ventaja mecánica sobre el tobillo son los extrinsecos. Saludos desde Venezuela
Buenas Nicaragua Pacheco, este artículo está orientado a dar a conocer una musculatura que tenemos realmente olvidada y enfrascada en nuestro calzado. La musculatura intrínseca del pié tiene gran importancia para la estabilidad de esta estructura. Pero eso no quiere decir que la musculatura extrínseca del pié no sea importante, contamos con 19 músculos intrínsecos y 13 extrínsecos a los que debemos prestar atención.
enhorabuena por el articulo interesante, el caso de mi hijo, operacion de pies planos valgos grado 2 en pie izquierdo y grado 4 en pie derecho, tipo de operacion endortensis mediante la tecnica gianini, despues de 7 meses sigue recuperandose y haciendo mucho ejercicio de ese tipo que explicais y mucho trabajo con banda elastica.
Muchas gracias José Manuel, y mucho ánimo con el caso de tu hijo. La constancia y el esfuerzo da siempre buenos resultados. Un saludo y gracias por comentar.
Muy buen artículo, es FUNDAMENTAL dar a conocer la importancia de lo explicado.
La única pega… Ejercicios correctivos?? Yo diría, ejercicios compensadores, ya que en el pie adulto es prácticamente imposible corregir las desviaciones que mencionas sólo con ejercicios.
Un saludo y enhorabuena por el artículo.
En que basas la afirmación de que «es prácticamente imposible corregir las desviaciones que mencionas solo con ejercicios». Te aseguro que si la causa no es estructural, con un trabajo correctivo adecuado y un entrenamiento bien pautado se pueden conseguir grandísimos resultados.
Desde hace cuatro años empece a notar q se me encogia el pie izq sin querer cuando andaba . Esto ha evolucionado actualmente tengo perdida de fuerza en la pierna , el pie se me inclina hacia dentro y ya tengo molestias en la rodillay totodavía estoy de médicos sin saber realmente q tengo. Podríais darme una opinión??? Gracias
Sería muy atrevido apostar por un «diagnostico» el cual debe darlo el personal sanitario competente. Además con una simple descripción sería imposible. Ponte en manos de los mejores profesionales que conozcas y seguro que conseguiran ayudarte. No desistas, y ten paciencia, a veces el diagnóstico es lo más complicado de realizar.
Enhorabuena por el post Héctor!
Muy muy bien explicado, si señor! Yo sufro de pie valgo y aunque llevo plantillas no consigo mejorar del todo y termino teniendo lesiones como periostitis y fascitis plantar.
Haré caso a los consejos correctivos que das para ver si consigo mejorar por fin!
Un saludo!
Gracias Asuarez. Claro que debes probar. Ya nos contarás que tal te han ido. Un saludo
Por cierto, no me termina de sentar bien ir al gimnasio porque me acorta cada vez más los isquios y los gemelos.
Interesante artículo, debería estar acompañado con un video que explique mejor la manera de ejercitar para fortalecer los músculos del pie. Gracias