La circunferencia de cintura muestra el mejor dato de la adiposidad abdominal y como factor predictivo de riesgo en la salud relacionado con la obesidad. La simple medición de la circunferencia de la cintura predice el riesgo para la salud relacionado con la obesidad incluso mejor que si se utiliza medición de cintura + IMC (índice de masa corporal) lo cual se establecía antes como dato más fiable.

El National Cholesterol Education Program, 2001; establece un punto de corte para la circunferencia de la cintura (>102 cm hombres | >88 cm mujeres) a fin de evaluar la obesidad como factor de riesgo para la aparición de enfermedades cardiovasculares o metabólicas. En cambio 4 años más tarde Zhu y cols, 2005; propusieron como punto de corte >100 cm en hombres y >95 cm en mujeres a fin de identificar quienes tienen mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Si hablamos de índice cintura-cadera, estas dos mediciones relacionan el perímetro de la cintura con el de la cadera y dependiendo del resultado se establece si hay riesgo cardiovascular o no. Esta es una medida indirecta de la distribución de la grasa en las regiones inferiores y superiores del cuerpo, y la obesidad en la región superior del cuerpo (cintura) «adiposidad central», medida con este índice se relaciona de forma moderada con los factores de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares o metabólicas como ya hemos dicho.

Los jóvenes con índices cintura-cadera superiores a los 0,94 (hombres) o 0,82 (mujeres) tendrán un riesgo más elevado de sufrir consecuencias adversas para la salud.

El cálculo del índice cintura-cadera es muy simple, y podemos ver una serie de ventajas si lo comparamos con otros métodos como el plicómetro (medición de pliegues) sobre todo porque medir circunferencias es más sencillo (técnicamente hablando) que medir pliegues, y en personas con obesidad los plicómetros en muchas ocasiones nos serán imposibles de utilizar porque tienen un máximo de apertura, y podría no ser suficiente para medir el pliegue. Así mismo la medición de pliegues tienen un error elevado interevaluadures; es decir, que yo puedo medir un pliegue correctamente pero en el mismo momento otro evaluador mide el mismo pliegue las mediciones suelen variar, aunque si los dos evaluadores utilizan las mismas pautas y están acostumbrados a trabajar juntos el error disminuirá, pero a lo q iba, la diferencia entre los técnicos que realizan la medición de una circunferencia suele ser menor. (Bray y Gray, 1988)

Otra gran ventaja del índice cintura-cadera es que no necesitamos fórmulas extravagantes como las de los pliegues, con una simple división, aunque hay que decir que el gran error que tiene esta medición es que no se estandarizó de forma universal la localización exacta donde se deben realizar las mediciones.

La OMS estableció un protocolo en el cual recomienda medir la circunferencia de la cintura en el punto medio entre el borde inferior de la costilla y la cresta iliaca y la circunferencia de la cadera en el punto más ancho sobre los trocánteres mayores, pero en cambio la tabla que se sigue utilizando para establecer el riesgo de enfermedades cardiovasculares de Bray y Gray, 1988 (Anthropometric Standardization Reference Manual)  establecen un protocolo diferentes: En donde la medición de la cintura se realizará en la parte más estrecha del torax, y la cadera a la altura de la extensión máxima de los glúteos.

Después de esta complicación con la que nos encontramos hablaremos de la tabla a la que debemos llevar nuestro resultado para observar si realmente tenemos un riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares:

Para finalizar me gustaría decir que aunque el índice cintura-cadera se utiliza para determinar la adiposicidad central y grasa visceral nos encontramos con limitaciones como puede ser la fiabilidad de la prueba a medida que aumenta la adiposicidad, es decir cuanta más grasa tengas menos fiable será la medición, pero aún así esta es una excelente prueba a tener muy presente y casi de uso obligado en nuestros clientes para establecer si el mismo tiene algún riesgo de enfermedades cardiovasculares o metabólicas y poder derivarlo a un especialista.

BIBLIOGRAFÍA:

HEYWARD H. V. «Evaluación de la aptitud física y prescripción del ejercicio» 5ª edición (2008) Editorial Panamericana

ROGER W. EARLE; THOMAS R. BAECHLE «Manual NSCA, Fundamentos del entrenamiento personal»

1 comentario

  • julio aranda dice:

    me parece que el conocimiento de estos indices desde muy temprana edad nos ayudaran a evitar problemas futuros, en cuanto a las mujeres embarazadas¿ existe algun indice de acuerdo al mes de embarazo?

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