Las lesiones de los tejidos blandos que sirven de apoyo a la rodilla se producen cuando estos son incapaces de resistir una tensión anómala, es decir cuando la rodilla se ve forzada a realizar un movimiento fuera de lo normal. La dirección de estas fuerzas determinarán cuales son las estructuras de la rodilla que tienen más posibilidades de ser dañadas.

Si nos centramos en el ligamento cruzado anterior (LCA), este tiene la función de evitar el traslado en sentido anterior de la tibia sobre el fémur. (imagen 2) Funciona conjuntamente con el ligamento cruzado posterior, para controlar el deslizamiento y la oscilación de la tibia sobre el fémur durante la flexión-extensión normal.

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La configuración retorcida de las fibras del LCA y la forma de los cóndilos femorales permiten el funcionamiento del mecanismo de atornillado a fondo de la rodilla durante los últimos 20o de extensión cuando la tibia rota en sentido externo sobre el fémur.

El ligamento siempre tiene un cierto grado de tensión, pero es entre los 30-90o cuando la tensión del mismo es menor.

Objetivos de la rehabilitación del LCA

  1. Aumentar la capacidad de la rodilla para resistir el desplazamiento anterior y rotatorio. Para ello debemos hacer hincapié en el reentrenamiento del grupo de los isquiotibiales fundamentalmente.
  2. Evitar las amplitudes de movimiento en las que el LCA está bajo mayor tensión.

La mayor parte de las lesiones del LCA se deben a una distensión de la rodilla con el pie bien asentado sobre el suelo, en muchas ocasiones este movimiento se da en deportistas que no sufren ningún tipo de contacto con contrarios, siendo la fuerza de rotación del cuerpo mientras gira sobre la articulación fija suficiente para dañar la fuerza de rotación de la rodilla. Cuando el LCA se lesiona tras la aplicación de fuerzas externas a la rodilla (traumatismo), como en tantas ocasiones en fútbol, esta lesión puede implicar a diferentes estructuras de la rodilla, como por ejemplo cuando ocurre la llamada tríada de O´Donohue (LCA,LLI y menisco). Obviamente, cuantas más estructuras estén dañadas, más complicada resultara la intervención y la rehabilitación.

Cuando el ligamento está parcialmente roto, la comunidad médica está dividida, ya que algunos médicos optarán por un tratamiento conservador en donde se inmovilizará y se limitarán los movimientos para después hacer un trabajo de rehabilitación y esperar a que el ligamento se recupere. Y por otro lado, otros creen que un ligamento parcialmente roto debe tratarse exactamente igual como si fuera un ligamento roto. Por ello lo recomendable es pedir varias opiniones para poder valorar las opciones.

Captura de pantalla 2015-04-06 a las 17.04.50Antes de someterse a una intervención quirúrgica de reconstrucción de LCA debemos tener en cuenta que cuanto mayor y más sedentario sea el sujeto menos apropiada será la reconstrucción. Esto es debido a que la disposición del paciente para seguir un programa estricto e intensivo de rehabilitación no es la misma, siendo el paciente ideal un atleta joven, motivado y disciplinado que esté dispuesto a darlo todo para volver a competir .

Cuando hablamos del proceso de rehabilitación, este debe estar dirigido por un facultativo y apoyado por fisioterapia y readaptadores deportivos o entrenadores con experiencia/formación en readaptación de lesiones. Esta unión de profesionales ayudará a los pacientes a recuperarse lo mejor posible y obtener los beneficios de los 3 grupos de profesionales.

El proceso de rehabilitación es crucial en la reconstrucción del ligamento cruzado anterior. Es imprescindible que el paciente entienda todo el proceso para poder recuperar la funcionalidad total de la rodilla.

Fases de la readaptación de LCA:

POSTOPERATORIO (0-6 días): Importante que la rodilla no pierda la extensión completa lograda en el quirófano. El ROM de movimiento será de 15 a 75o, y los ejercicios propuestos serán elevaciones de la pierna recta con 30o de flexión, elevaciones de tobillo y estimulación eléctrica para la contracción. (Fase con fisioterapeuta principalmente)

FASE I (7 días-4 semanas): Tiene como objetivo eliminar el derrame. Progresar hasta ganar el movimiento completo, incluido extensión completa (para la 4ª semana).

  • Utilizaremos las muletas con apoyo parcial, hasta dejar de utilizar muleta en la cuarta semana.
  • Ejercicios de co-contracción
  • ROM de tobillo
  • Flexión de cadera
  • Ejercicios isométricos de cuádriceps (elevación de piernas)
  • Ejercicios de extensión terminales de la rodilla contra toalla y gomas hasta conseguir extensión completa (igual a la sana)
  • Flexión hasta al menos 90º
  • Bicicleta

FASE II (4-8 semanas): su objetivo tener movilidad sin dolor y poder estar de pie sobre la pierna.

  • Sin uso de muletas en casa, o limitarla a uso puntual, dejarla por completo a las 8 semanas.
  • Ganar flexión completa
  • Potenciación de cadera en todos los planos.
  • Ejercicios isométricos de cuádriceps y en cadena cerrada hasta 70º de flexión.
  • Ejercicios de isquiotibiales si su LCA se ha reconstruído.
  • Ejercicios de propiocepción
  • Natación y Bicicleta para movilizar la articulación.
  • Ejercicios de cadena cinética cerrada principalmente, aunque podemos comenzar con cadena cinética abierta entre 90o y 45o a las 8 semanas.

FASE III (8 a 24 semanas): Trabajo con sujeción dirigida para prevenir la rotación. Su objetivo es tener un control sin dolor con ejercicios livianos y de bajo impacto.

  • ROM completa, debemos seguir trabajándola para mantener la misma.
  • Ejercicios de cuádriceps de cadena cerrada y de cadena abierta
  • Aumenta las actividades con peso.
  • Ejercicios de balanceo y de propiocepción
  • Comenzar con cadena cinética cerrada unilateral, como por ejemplo subir peldaños.
  • Movimientos de control de la rotación y alineación postural. Corregir las posibles espirales articulares y el valgo de rodilla si existe.
  • Control motor
  • Ejercicios de impacto controlados, hasta incluso trotar a la semana 20.

FASE IV (hasta los 6-9 meses): su objetivo es tener un buen control neuromuscular en ejercicios deportivos específicos de bajo impacto.

  • Ejercicios deportivos de bajo impacto
  • Ejercicios pliométricos
  • Ejercicios isocinéticos.
  • Ejercicios de equilibrio en plataforma inestable.
  • Correr distancias cortas y de forma progresiva (reincorporarse a la actividad (no competitiva) de forma progresiva)
  • Continuar fortalecimiento de cuádriceps e isquiotibiales
  • Fortalecimiento de cadera y tronco

FASE V: (entre los 9 y 12 meses) Regreso a cualquier actividad deportiva. Seguir fortaleciendo y trabajando con un programa de prevención adecuado. (fase de mantenimiento)

Estas fases, serán adaptadas según la lesión y operación, por ello no debemos auto-tratarnos, y debemos seguir el plan que el equipo médico y readaptador deportivo nos proponga. Este artículo es simplemente informativo, a modo de ejemplo de una recuperación que hemos llevado a cabo.


BIBLIOGRAFÍA

[spoiler]William E. Prentice, (2001) Técnicas de rehabilitación en la medicina deportiva.

S. Shafizadeh et al. Verletzungen des vorderen Kreuzbandes bei Sportlern. Chirurg 2014 · 85:888–894 DOI 10.1007/s00104-014-2773-3 Online publiziert: 17. September 2014 © Springer-Verlag Berlin Heidelberg 2014.

Jae Ho Joo, et al. A meta-analysis of the effect of neuromuscular training on the prevention of the anterior cruciate ligament injury in female athletes. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc (2010) 18:824–830 DOI 10.1007/s00167-009-0901-2.

Bruce D. Beynnon, Robert J. Johnson, et al. Treatment of Anterior Cruciate Ligament Injuries, Part 2. Am. J. Sports Med. 2005; 33; 1751 DOI: 10.1177/0363546505279922.

Dai Sugimoto, et al. Specific exercise effects of preventive neuromuscular training intervention on anterior cruciate ligament injury risk reduction in young females: meta-analysis and subgroup analysis. Br J Sports Med 2015;49:282–289. doi:10.1136/bjsports-2014-093461

Imagen 1 | Denis Doyle [/spoiler]

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