Al hablar de rendimiento deportivo debemos hablar de nutrición, toda persona que quiera alcanzar un rendimiento deportivo óptimo deberá tener muy presente la nutrición y sobre todo la hidratación, la cual es uno de los factores más importantes del rendimiento del deportista.
Si realizamos habitualmente entrenamientos de larga distancia que tengan una duración elevada, la sudoración puede llegar a ser de 2 litros/hora, perdiendo líquido y electrolitos, lo cual será de vital importancia recuperar cuanto antes con bebidas de reposición que eviten la deshidratación.
El Dr. Pedro Manonelles, presidente de la FEMEDE (Federación de medicina deportiva) ha realizado un análisis sobre la importancia de la hidratación mediante una provisión adecuada de líquido, incorporando hidratos de carbono y electrolitos (principalmente sodio y potasio) para retrasar la aparición de fatiga, preservar el balance hídrico y obtener un buen rendimiento deportivo a lo largo de la competición, especialmente si somos deportistas de larga distancia en donde la reposición de sodio y potasio es esencial para mantener el volumen plasmático, además de la importancia de los hidratos de carbono para minimizar el glucógeno perdido en el ejercicio físico intenso.
Las bebidas con hidratos de carbono, combinadas con electrolitos, según explica el Dr. Manonelles, mejoran el rendimiento del deportista y la absorción intestinal del sodio y agua, en mayor medida si las comparas con otras bebidas. A esto hay que añadirle la gran ventaja de su sabor, su mejor palatabilidad nos ayudará a beber más cantidad, consiguiendo una mejor rehidratación
Se recomienda que la concentración de hidratos de carbono en estas bebidas sea en torno al 4-8% de la bebida, sobre todo cuando realizamos ejercicio durante más de 1 hora.
En una investigación publicada en la Revista del Colegio Americano de Medicina Deportiva, nos explican porque las bebidas para deportistas deben contener ese 4-8%. En dicho estudio se analizaron los efectos sobre la hidratación de bebidas con un 4-6% de HC, en donde se observó una mejoría en la capacidad del ejercicio, siempre y cuando el ambiente fuera frío, en cambio, si el ambiente era caluroso (>30o)lo que se observó es que los deportistas al hidratarse con bebidas que contenían 4-6% HC no tenían dicha mejoría, pero si con un mayor porcentaje, en este caso el 6% HC, logrando mantener la resistencia eficazmente.
En el mismo estudio, nos muestran que a partir de los 30 minutos de ejercicio es esencial recuperar los líquidos perdidos, y tras el ejercicio debemos además de hidratarnos recuperar las funciones fisiológicas, cardiovascular, muscular y metabólica con alimentos solutos.
La deshidratación es un factor que hace que un deportista fracase en su competición, aún con una planificación de entrenamientos ideal, muchos deportistas llegan a la competición hidratados correctamente y comienzan en plenas condiciones, pero a medida que va pasando el tiempo muchos sufren la deshidratación, el cual según la Federación de Medicina Deportiva provoca un estado de estrés fisiológico en donde aumenta nuestra temperatura corporal y sobre todo la frecuencia cardíaca, consiguiendo que nuestro rendimiento disminuya y tengamos más probabilidades de sufrir calambres musculares, un golpe de calor o el simple agotamiento.
Estos efectos negativos de la deshidratación van a depender no solo del nivel físico del deportista sino de otros factores externos, como las condiciones ambientales, o el tipo y duración del deporte que realizamos.
A día de hoy se sabe que con un 2% de deshidratación, nuestro organismo ya se ve afectado, notando los efectos negativos sobre todo en la concentración, ejercicios de habilidad, o acciones tácticas, pero podemos seguir manteniendo nuestro rendimiento deportivo. Es a partir del 5%, cuando aumenta la fatiga del deportista y la reducción del rendimiento es inminente.
Me ha gustado mucho la información del Dr. Pedro Manonelles. Apoyo totalmente su estudio